Según datos recientes, el 69% de la superficie nacional sembrada en 2024/25 con garbanzo se hizo con un solo cultivar que no cuentan con propiedad intelectual vigente. Se trata de Norteño, que fue inscripto en el año 1998. Pero los cultivares sin propiedad cubrieron el 72,6% del total sembrado. Esto según un informe del INASE (Instituto Nacional de Semillas) de mayo pasado.
En noviembre de 2023, a través de la resolución 744/2023, ese organismo aprobó una normativa que establece cómo realizar la producción de semilla fiscalizada de garbanzo y definió que a partir de enero de 2024 solo se podría comercializar semilla “certificada”. La justificación detrás de esta decisión era tratar de frenar la proliferación del hongo Ascochyta rabiei, responsable de causar la enfermedad conocida como “rabia del garbanzo”, y que no tiene fungicida para tratarlo.
Un año después, en diciembre de 2024 y ya con nuevas autoridades libertarias, el mismo INASE comenzó a enviar intimaciones a los productores, ya que muchos hicieron caso omiso a dicha regulación y siguieron sembrando las mismas variedades que antes. Además, en otra resolución, el organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura inhabilitaron de facto el uso de semilla de “uso propio”. Es decir que quienes sembraban esta legumbre no podían ni guardar parte de su cosecha para sembrar ni recurrir a una variedad que no estuviera fiscalizada. Tenían sí o sí que ir a comprar nueva semilla.
La situación, y el enfado de los productores, se salvó con una serie de reuniones y promesas oficiales de que nadie entorpecería la campaña de garbanzo. Hasta que ahora, según denunciaron los productores tucumanos y santiagueños agrupados en Apronor, algunas empresas “están recibiendo cartas documento y resoluciones por parte del INASE, con multas millonarias” por supuestas infracciones por el uso de semillas de esa especie detectadas en el SISA, el sistema de información agrícola que maneja la ARCA.

En una cadena de tuits donde denuncia el atropello, la entidad norteña recordó que “participó en febrero de este año de una reunión por genética del poroto en Minagri donde se trató el tema garbanzos”, y que el presidente del INASE en ese momento, Claudio Dunan, se comprometió a *no multar económicamente a los productores*, e incluso “recomendó no contestar los requerimientos referidos a garbanzos”.
Dunan abandonó su cargo hace unos meses, molesto porque el ministro Federico Sturzenegger incluyó al INASE en el decreto que cortaba la autarquía de varios organismos como el INTA o el INTI, que finalmente fue derogado por el Congreso. Su reemplazo es el agrónomo Martín Famulari. Pero según aclaró Apronor, de aquella reunión -convocada para hablar sobre poroto, pero en la que también se preguntó sobre los garbanzos- participó nada menos que el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, y también el ex director nacional de Agricultura y actual presidente del INTA, Nicolás Bronzovich.
Bichos de Campo intentó consultar a las partes en puja por este controversial asunto.
“Efectivamente la Secretaría de Agricultura quiere ir hacia un ordenamiento. En aquella reunión yo saqué el tema y Dunan me dijo que ya iba a haber una reunión específica sobre el tema. Pero no he hecho ninguna reunión de garbanzo este gobierno, que yo sepa o quizás no nos hayan invitado”, explicó un dirigente de la entidad rural tucumana. El productor objetó: “Vos no podés ir a un ordenamiento de la noche a la mañana, y el gobierno se ha comprometido a no multar a los productores”.
“Es una locura esto”, decía el dirigente, que ya había tomado conocimiento de multas que iban de 40 a 136 millones de pesos. Luego relató que tras el cambio de gestión en el INASE, estas promesas volvieron a fijas cero y aparecieron de nuevo las presiones y medidas sin consenso.
“Con el poroto han querido hacer lo mismo. Pretenden que tiremos la genética que está en manos de los productores, que es valiosísima, a la basura. Pero hay productores que que siembran poroto hace más de treinta años y declaran norteño chañarito, cuando declaran garbanzo en el SISA. La verdad es un cultivo regional de comunidades que por tradición hacen esos cultivos”, describió.
La fuente aseguró que “con el poroto pasa lo mismo. Se han querido meter donde hay porotos de colores que se hacen para un nicho de mercado. Hay un suizo cerca de Orán y Embarcación, que produce y manda un poroto canela, que es para los suizos. Esta gente no tiene ni idea y se están mandando unos quilombos bárbaros. Esto de la multa, la verdad que ya es una persecución a a los productores”, afirmó la fuente.
Este medio consultó al INASE, pero todavía no obtuvimos respuesta.





X D Gente, no se dejen intimidar. No permitan que el gobierno les imponga esclavitud de semillas. Por favor protejan la genética tradicional pasada de generación a generación y que funciona mejor en el micro clima de cada campo. Esta es una movida que termina con suicidio de productores. Ya lo vimos en la India y Canadá. Les quieren forzar propiedad intelectual de la industria.