Ricardo Schiavoni es gerente del frigorífico Forres Beltrán, el más grande de Santiago del Estero, que está ubicado cerca de la capital provincial. Esa empresa de faena tiene además, a unos 8 kilómetros, un feedlot con capacidad para engordar a 9 mil bovinos. Pero no por ser grande la actividad de esa empresa está a salvo de la inseguridad rural y el abigeato, que suele ensañarse con los ganaderos más pequeños. Desde hace tres años, Forres Beltrán viene denunciando el robo sistemático de animales de sus corrales, sin que haya ninguna reacción de las autoridades.
“Nos empiezan a faltar de tres a cinco animales por semana, hasta que luego nos terminan faltando más. En un período de 60 días nos faltaron 100 animales. Hicimos denuncias directamente al fiscal, y sin ningún resultado porque no se preocupó en lo más mínimo”, dijo Schiavoni a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa realizada a Ricardo Schiavoni:
El empresario explicó que la carne que les roban va a parar directo a las carnicerías locales. “El feedlot está rodeado de monte, donde hay muchas poblaciones cercanas. Creemos que hay una organización que se encarga de abastecer a las carnicerías con lo que nos roban”, se lamentó Schiavoni.
La faena clandestina que sufren en el feedlot de Forres Beltrán es grande. Según Schiavoni, “hay localidades donde la carne que se abastece es entre 80% y 90% proveniente de faena clandestina. Y se alienta a esta modalidad, por no haber ningún tipo de control en las localidades. Los mismos intendentes saben que la procedencia de esa carne no es legítima, ni está faenada dentro de lo que corresponde de modo sanitario”.
La preocupación de Schiavoni no es sólo económica, sino también sanitaria. “Los operativos que se hacen son insignificantes. La multa es pagar el valor de la carne, pero ninguna multa es más efectiva que la clausura inmediata, porque hay que entender que se compromete a la salud pública, al ser animales que se faenan en condiciones inapropiadas, sin frío, sin control, y a riesgo de transmitir enfermedades de animales a humanos”, protestó.
El abogado de la empresa describió que “la faena la realizaban en el mismo feedlot, retirando los animales de los corrales. Como es zona de monte, los faenaban allí, dejando los despojos. Y también sospechamos que hayan sacado animales en pie. Al momento, la única solución que encontramos fue poner tres personas de guardia para que no nos roben más animales”.