La presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Diana Guillén, viajó este jueves a Corrientes, donde se conoció un tercer análisis en búsqueda de gripe aviar en la empresa avícola Santa Ana, que resultó negativo y que por lo tanto permitirá a la firma reanudar la venta de huevos en las próximas horas.
La funcionaria en todo momento ratificó que fue correcta la actuación del organismo en aquel primer análisis que había dado positivo a principios de abril y que estuvo a punto de desencadenar en el sacrificio preventivo de 200 mil gallinas ponedoras. Pero dejó una explicación preocupante: el virus puede estar mutando y por eso podría estar generando este tipo de resultados confusos.
En rigor, en una improvisada conferencia de prensa con los medios locales que luego fue reproducida por el propio gobierno, Guillen reconoció que hubo un segundo caso donde existen dudas sobre si el resultado de los análisis fue el correcto. Es decir, los test de Senasa mostraron la existencia de Influenza Aviar Altamente Patógena, pero las aves no presentaban ningún síntoma de la enfermedad y menos aún había mortandad, tal y como sucedía en Corrientes.
La diferencia entre uno y otro caso es que mientras los dueños de la Avícola Santa Ana apelaron a la justicia y lograron que se haga una contraprueba que dio positiva y evitó que se mataran sus 200 mil gallinas ponedoras, en el caso de Santa Fe la firma avícola no tuvo la misma reacción, aceptó el resultado del test y se procedió a la matanza de unas 15 mil reproductoras ante el resultado positivo del primer y único análisis.
“En la República Argentina hasta el momento detectaron dos casos, hay uno que es dudoso, en el norte de Santa Fe y otro este de Santa Ana, donde aparece la presencia del virus pero no aparece sintomatología”, explicó Guillén. Bichos de Campo ya venía reconstruyendo el segundo de estos casos, que involucró a una granja avícola de Colonia Cavour, una pequeña localidad ubicada entre Humboldt y Esperanza, en Santa Fe.
La granja, y las gallinas sacrificadas a fines de marzo pasado, pertenecían a la empresa Carnave, con sede en Esperanza. Según distintas fuentes, esta empresa habría accedido a hacer el hisopado junto a personal del Senasa, que envió las muestras al laboratorio central de Martínez -único lugar autorizado a hacer los estudios-, donde se registró el positivo. Pero la firma habría conservado sus propias muestras y encargó su propio contraanálisis en otros laboratorios de referencia fuera del país, que dieron -como en el caso de Santa Ana- un resultado divergente al oficial: negativo.
Al explicar la diferencia de resultados entre el primer análisis y los dos posteriores realizados en la avícola correntina, la presidenta de Senasa mostró preocupación porque pueda estar produciéndose una mutación del virus H5, aunque también dejó abierta la posibilidad de que en el caso de Corrientes la contaminación puede haberse producido en “el área administrativa de la empresa”.
“No tenemos por que descreer en lo que nos dice la empresa, si las muestras no tocaron a las aves, ellos mismos manifestaron que no hisoparon, quiere decir que se contaminaron en el área administrativa de la granja, por las manos o por un mal manejo que hubo en el lugar, y el resultado del Laboratorio dio positivo. Es decir, el virus pudo haber estado dentro de la granja aunque no haya estado donde están las aves”, fue la hipótesis lanzada por la funcionaria.
Guillén insistió: “El virus puede haber estado dentro de la granja aunque quizás no tomó contacto con las aves. Pero no dudamos de que que estaba. Hicimos todo el recorrido de las muestras, no hubo intercambio ni nada. Para nosotros es importante saber la fuente, porque tenemos hasta el momento dos casos donde aparece la presencia del virus pero no sintomatología. Ahora estamos pensando hacer una secuenciación genómica de los virus, para ver si estamos en presencia de una mutación o un comportamiento diferente”, explicó, al indicar que el de la gripe aviar es un virus como los SARS o los del Covid, que mutan con frecuencia.
Pero esto no explica el segundo caso de un supuesto “falso positivo” en Santa Fe, que también llamó la atención de las autoridades veterinarias y que desencadenó el sacrificio masivo de aves que se podría haber evitado.
Por eso Guillén, más allá de anunciar el fin de la interdicción sanitaria sobre la empresa correntina, avisó que seguirán de cerca la evolución del caso. “Para nosotros es importante saber que fue lo que ocurrió porque es la manera que tenemos de ver la fuente de contagio. Por eso vamos a continuar haciendo un seguimiento epidemiológico e investigando por que en algunos focos las aves se mueren y en otros no”, indicó.
“Desde el Senasa necesitamos que se siga produciendo carne aviar, queremos que se sigan produciendo huevos, queremos que haya abastecimiento en la Argentina y queremos volver a recuperar las exportaciones de productos avícolas, cómo lo venimos haciendo. Está claro que no queremos que se mueran las aves”, finalizó la funcionaria, que todavía no tiene explicaciones suficientes para este confuso episodio.
Mirá la conferencia completa de Diana Guillén: