Durante su paso por la localidad de Pontiac, el contingente de productores argentinos, conducidos por Agroeducación, visitó el PTI de Precision Planting (Precision Technology Institute por sus siglas en inglés) para conocer los desarrollos en los que la firma -abocada a la agricultura de precisión- se encuentra trabajando.
El campo, que cuenta con más de 120 parcelas para experimentación, posee un circuito que permite recorrer distintas estaciones demostrativas.
Una de las más destacadas mostró los efectos de aplicar hidrogel en las parcelas como forma de retener humedad en el suelo. Se trata de un polímero biodegradable que se aplica junto con las semillas, al igual que un micronutriente, a cinco centímetros de profundidad.
El ensayo, que se desarrollará durante un plazo de tres años, contempla el uso de unos 60 kilos de hidrogel por hectárea, cuyo costo ronda los 59 dólares. Con el objetivo de que sea accesible para los productores, Precision Planting se encuentra trabajando junto al USDA para reducir su costo.
Otra de las estaciones visitadas les permitió a los productores conocer avances en nuevos sistemas para aplicaciones selectivas, en particular una que emplea inteligencia artificial en su sistema de visión.
Se trata de un desarrollo que ya no mira la colorimetría o el “verde sobre verde”, sino que apunta a detectar la morfología de las malezas. Eso es posible gracias a sensores que capturan la imagen y distancia de la planta respecto de las mangueras. Según dieron cuenta, posee una velocidad de 24 kilómetros por hora.
En cuanto a tecnologías para la siembra, la firma se encuentra trabajando con ForrowForce, un sistema de cierre personalizable de dos etapas, que permite controlar la carga del tapado y dejar el surco liso, lo que favorece la emergencia de los brotes y el crecimiento radicular. De esta manera, se evita la formación del camellón y una cámara de aire que afecta el poder germinativo de las semillas.
Hacia el final del recorrido, una de las pruebas más curiosas que Precision Planting mostró a los productores apunta a estudiar el impacto que tiene la orientación de la semilla en la siembra, que incide en la productividad del maíz.
Según dieron cuenta, cuando la semilla se encuentra con su punta hacia arriba posee un 99% de chances de emerger dentro de las 12 horas posteriores a la siembra, porcentaje que baja a 90% si la punta se encuentra hacia abajo.
El ensayo es realizado es actualmente por pasantes de la empresa, que en forma manual prueban distintas orientaciones de las semillas.
De comprobarse que aquella variable puede modificar la productividad final, Precision Planting analizará el diseño de un complemento especial para las sembradoras que atienda esta cuestión.