Desde hace unos días la producción vitivinícola de San Juan y Mendoza está conmovida por una noticia: En el marco de las medidas a favor de la importación de alimentos lanzadas por el gobierno de Javier Milei y cuando deben definirse los precios locales del la Vendimia 2024 para los productores argentinos, la bodega Peñaflor confirmó la importación de entre 4 y 5 millones de litros de vino genérico desde Chile.
“De un burro no podemos esperar más que una patada. Estamos acostumbrados a que intenten maniobras para bajarle el precio a la uva o al vino”, lanzó Matías Manzanares, gerente de la Asociación de Viñateros de Mendoza, en diálogo con el programa Conexión Agro, de Radio Nihuil, que no tiene dudas de que la operación apunta a ponerle un techo a los precios a los productores locales de uva.
Se calienta la importación de vinos. El miércoles comenzarán a llegar parte de los varios millones de litros desde Chile a San Juan.
El titular de la Asociación de Viñateros cruzó a Peñaflor: “Qué esperar de un burro más que una patada” https://t.co/cICNTsPJQV— Pablo Pérez Delgado (@PerezDel2000) March 30, 2024
Manzanares manifestó que lo que ocurre es que Peñaflor está apelando a la importación como herramienta para presionar sobre el mercado local. “Los productores tienen que saber que lo que buscan es terminar de liquidarnos, de pagarnos lo menos posible, a esa gente no hay que venderles”, aseveró el dirigente viñatero.
El Grupo Peñaflor, la mayor exportadora de vinos de la Argentina, es propiedad de la familia Bemberg y uno de los tres grandes conglomerados que dominan el negocio en la Argentina. Tiene muchas marcas emblemáticas como Trapiche, El Esteco, Finca Las Moras, Navarro Correas, Suter, San Telmo y Costa & Pampa. Es líder en ventas al mundo de Malbec y genera exportaciones por 180 millones de dólares anuales. Sus compras comenzarán a ingresar desde el miércoles.
Juan Schamber, gerente de Relaciones Institucionales de Peñaflor, hizo declaraciones a la misma Radio Nihuil, y confirmó la operación de importación de grandes volúmenes de vino desde Chile. Explicó que es una decisión que han tomado después de que un grupo de especialistas de la bodega se pasaron 6 meses buscando el vino que necesitan en el mercado local y no consiguieron.
Cabe aclarar que el vino que buscan es específicamente para la marca Termidor.
También dijo, en declaraciones recogidas por el Diario UNO, que no es intención de Peñaflor romper los precios del mercado interno, y que con la cantidad que van a importar esto no tendría por qué ocurrir, ya que el volúmen importado será mínimo frente a la oferta local. “En 2022, por ejemplo, se fraccionaron en bodegas de Mendoza más de 600 millones de litros”, compara el diario mendocino.
Sin embargo, los productores mendocinos están que trinan y Manzanares hizo público ese enojo a través de la radio. Sospechan que se trata de una maniobra para presionarlos a que cedan en las negociaciones de los nuevos precios que cobran los productores en un año en que, además, la producción de uva se recuperó cerca del 25% luego del quiebre producido por la sequía y las heladas en la Vendimia 2023.
Manzanares manifestó que no le extraña que Peñaflor esté haciendo esto para bajar el precio de la uva y el vino. “ya estamos acostumbrados, hacen otras maniobras también cerca de la vendimia”, indicó el viñatero, para quien hay stock suficiente y no falta vino genérico, como dice la empresa, pero sucede que “Peñaflor lo quiere comprar a un precio más bajo que el que han determinado los productores”.
Actualmente, el precio del litro de vino genérico es de alrededor de 500 pesos, y si lo importan, no va a variar mucho. “El problema es la intención. Siempre están viendo cómo bajar el precio”, recalcó el representante de los viñateros, que instó a sus pares a boicotear la actividad de Peñaflor, direccionando sus ventas de uva a otras bodegas.
Manzanares también exhortó a los consumidores a no elegir en las góndolas vino que provenga de productores chilenos. “Entiendo que quieran pagar menos, pero tampoco el precio va a hacer una gran diferencia. Nuestros vinos tienen muchos controles que realiza el INV, que el vino de afuera no posee”, cerró el dirigente.
En San Juan, la confirmación de que Peñaflor importará de 4 a 5 millones de litros de vino genérico, también causó gran malestar en los sectores productivos locales cuando todavía no termina la vendimia en la región y están en discusión los valores de la uva y el vino.
Según el diario El Tiempo de San Juan, el presidente de la Cámara Vitivinícola provincial, Gustavo Samper; cuestionó la decisión, ya que indicó que mientras las bodegas no saben si podrán exportar vinos sin aranceles, “traemos vinos chilenos excedentes, de dudosa calidad o, al menos, de una calidad inferior a los nuestros”. Samper es vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), donde también se armó revuelo por la noticia.
En febrero del año 2023, Peñaflor ya había importado una pequeña cantidad de vino, cuando el entonces secretario de Comercio nacional, Matías Tombolini, defendió la autorización que otorgo diciendo que fue “una cuestión excepcional”.
En años anteriores, pero sobre todo en el gobierno de Mauricio Macri, en 2017, también se produjeron importaciones desde Chile, que provocaron fuertes bajas en los precios locales y marcaron el inicio de una etapa de varios años de vendimias más bien flacas. Aunque en esto jugaron situaciones climáticas, también han cerrado muchos viñedos por falta de rentabilidad.
De todos modos, esta nueva tanda de importaciones de vino se da en un contexto diferente, porque es el gobierno de Milei el que ha decidido subsidiar -con ventajas impositivas y de acceso al mercado de cambios- este tipo de operaciones. El nuevo presidente del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), Carlos Tizio, dijo abiertamente en su última visita a San Juan, que está a favor de la entrada de vinos del exterior.