El mercado argentino de fertilizantes continúa mostrando una demanda por debajo de lo esperado para esta época del año debido a factores tanto climáticos como económicos.
Las lluvias persistentes en el centro y oeste bonaerense generaron excesos hídricos, anegamientos y una fuerte heterogeneidad operativa, lo que sigue condicionando la siembra y frenando la compra y aplicación de insumos.
El flujo de liquidez proveniente del trigo está en duda a pesar de los rendimientos extraordinarios levantados en muchas regiones a causa tanto de los bajos precios como de los problemas de calidad panadera del cereal. Vale recordar, además, que el trigo, como el resto de los cereales, tienen un derecho de exportación del 9,5%.
En ese marco, el mercado de fertilizantes fosfatados sigue prácticamente sin reacción. “La conjunción de altos precios relativos –que se mantienen elevados pese a las bajas internacionales– y la imposibilidad de aplicar en tiempo y forma por condiciones climáticas adversas– profundiza la cautela del productor”, señala el último informe de la consultora IF Ingeniería de Mercado.
“La demanda en soja ha sido sensiblemente menor a la esperada y el retraso de siembra elimina presión inmediata. Sin embargo, podría darse un rebote puntual hacia fin de año, tanto por siembras atrasadas como por el inicio de maíz de segunda, donde las dosis son menores pero la superficie podría ser superior a la inicialmente prevista”, añade.
En nitrogenados, el negocio sigue siendo el de mayor dinamismo relativo. La abundante humedad sostiene la expectativa de alta respuesta agronómica y mantiene activas las compras ajustadas de urea y mezclas NPS, especialmente para maíces tempranos y los primeros planteos de maíz tardío.
Hacia diciembre y enero próximos, si el clima acompaña, la superficie de maíz de segunda podría crecer y generar un repunte en el consumo de nitrógeno, aunque el cultivo suele recibir dosis inferiores a las del maíz temprano.
“El cierre del período deja un mercado con fosfatados prácticamente paralizados y nitrogenados como único eje de movimiento, ambos altamente influenciados por la ventana climática y por la necesidad del productor de retomar ritmo operativo cuando las condiciones lo permitan”, resume el informe.
Esta semana el mercado global de nitrogenados transitó una fase marcada por expectativas en torno a una nueva licitación realizada en India, que terminó adjudicando los valores más bajos desde octubre y fijando un nuevo piso internacional de precios.
“La demanda fuera de India permaneció apagada. Europa detuvo compras por saturación logística y por la inminente entrada en vigor del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM por sus siglas en inglés) a partir del 1 de enero de 2026”, señala el informe.
“Brasil mantuvo escasa liquidez y EE.UU. asimiló la eliminación de tarifas a importaciones. La oferta en Medio Oriente y norte de África continuó buscando colocación para diciembre hacia India y Europa. El contexto general dejó a los productores orientados a India como destino casi exclusivo en el corto plazo”, apunta.
En lo que respecta al mercado global de fosfatados, transitó la semana con una tendencia nuevamente bajista. La eliminación de los aranceles de importación en EE.UU. aceleró la caída en barcazas de fosfato monoamónico y diamónico (DAP y MAP) y desincentivó nuevas ofertas.
“En paralelo, Brasil mantuvo una demanda mínima típica del fuera de temporada, con sentimiento débil salvo en súper fosfato simple (SSP), sostenido por los mayores costos de azufre. China continuó con escasa actividad exportadora y valores en retroceso ante la falta de compradores. En India, el mercado se mantuvo estable tras una compra puntual de DAP ruso. La presión bajista se extendió desde los principales orígenes –Rusia, Marruecos, Arabia Saudita y China– hacia la mayoría de los destinos globales”, resume.
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