Como en un ring de boxeo, el conflicto de la familia Etchevehere se resumió en Dolores –“la oveja negra” que representa a Grabois y al campo popular- versus Luis Miguel, el nuevo referente de aquellos cansados del gobierno y temerosos de sus avances sobre la propiedad privada. Leonor Etchevehere, madre de ambos, lejos de posturas políticamente correctas, no oculta su enojo y desacuerdo con Dolores y se para en la esquina de su hijo varón, a quien acompaña en las movilizaciones.
“Obviamente que estoy muy dolida y apenada porque a Dolores la han convencido de una idea loca. Del otro lado no hay nada que puedan explicar. ¿Qué va a venir a decir Grabois? ¿Qué el campo es de él? Estamos hace 50 años sentados acá”, dijo Leonor en exclusiva a Bichos de Campo, luego del acto que se realizó frente a la tranquera de ingreso a la estancia, en apoyo a la familia.
Como presidenta de la sociedad intrusada, Las Margaritas SA, la madre de los Etchevehere fue la primera en reclamar el desalojo del predio “para recobrar la normalidad existencial y productiva del lugar”. Sin embargo, el viernes pasado el juez Raúl Flores dictó un fallo que impide sacar a las personas que ahora ocupan la estancia Casa Nueva. Ahora la defensa de los Etchevehere y la fiscalía han apelado y se espera que un nuevo juez tome el caso.
En medio de este tire y afloje, donde el clan Etchevehere pone sus reflectores sobre la falta de decisión del gobierno de Alberto Fernández y del gobernador provincial Gustavo Bordet, Leonor Etchevehere se preocupa por el efecto que esto tendrá en el campo, aunque confía en que pronto llegará la resolución.
“No es solamente un patrimonio, es parte de nuestra vida. Hace nueve días que está a la deriva. No nos dejan entrar con alimento para nuestra hacienda. Es un perjuicio moral y económico. Es un establecimiento que está vivo, con animales, sembradíos y pasturas”, señaló.
Mirá la entrevista que Bichos de Campo realizó en exclusiva:
-¿Ésto es sólo política?- le preguntamos.
-Ellos entraron enarbolando la bandera de Grabois, obviamente que es política. Y si faltaba algún requisito, en una audiencia que debía ser familiar estuvo presente la señora Donda y dos personas pertenecientes al Ministerio de Justicia de la Nación que firmaron con un sello del Ministerio.
-¿Qué opina sobre la falsificación de la firma?
-Es un disparate olímpico. El juez tiene que pedir un perito antes de decidir y ver si es cierto o si no es cierto. No se comprobó nada. Esta gente no pudo presentar un sólo papel, sólo palabras. No pudieron presentar un documento que atestiguara que ellos podían tener acceso a ese campo. Absolutamente nada. Nosotros presentamos un bibliógrafo de pruebas con nuestro escribano y abogado. Si van al registro de la propiedad de La Paz y preguntan de quién es, el registro de la propiedad de La Paz dice que esto pertenece a las Margaritas SA.
-¿Cómo explica entonces el fallo del juez?
-El juez pidió disculpas. Lo cual anula lo que él había dicho. Si el juez pide disculpas, porque no entiende al ser juez de familia, el mismo está diciendo que todo lo anterior no es válido.
-¿Qué espera usted? ¿Qué la justicia revierta el fallo inicial y corrija la situación?
-Yo creo que la Justicia tiene que estudiar los papeles, la documentación, la escritura, tiene que profundizar el tema lo más rápido posible y si hay otra persona que presente un mejor derecho del que tenemos nosotros, lo vamos a acatar.
Mientras los abogados de la familia Etchevehere se encargan de llevar adelante la apelación al fallo dictado por Flores, y se espera el resultado del sorteo que instaure un nuevo juez para rever las pruebas, el Proyecto Artigas anunció para hoy nuevas movilizaciones a favor de la toma de tierras.
Movimientos sociales se reunirán frente a la Rural de Palermo y frente a la entrada de Casa Nueva, en el mismo acceso donde se encuentran acampando los Etchevehere y productores de la zona.