En el arranque del año 2021 las ventas de camionetas en el mercado argentino se recuperaron de manera notable para registrar el tercer registro más elevado de la última década.
En el primer trimestre de 2021 los patentamientos de las camionetas más elegidas por productores agropecuarios sumaron 22.294 unidades, una cifra sustancialmente superior a la registrada en el mismo período de los últimos dos años, según datos difundidos por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
Toyota Hilux mantiene el liderazgo de ventas, seguida por Volkswagen Amarok, que le viene pisando los tales con una participación de mercado del 23,4% en los primeros tres meses de este año. En los siguientes puestos del ranking –por orden de importancia– se ubican Ford Ranger, Fiat Toro, Nissan Frontier, Chevrolet S-10 y, por último, la recientemente lanzada Renault Alaskan.
Buena parte del aumento de la demanda de camionetas se encuentra asociada a precios agrícolas superiores a los presupuestados al comienzo de la campaña 2020/21 –producto de una inédita demanda de commodities agrícolas por parte de China– junto con un “retraso cambiario” que abarata los bienes dolarizados (como es el caso de vehículos).
Las ventas serían seguramente superiores si hubiese una mayor disponibilidad de camionetas en el mercado, algo que no sucede, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Adefa), porque aún no lograron recuperar el “bache” de oferta generado por la paralización de la producción registrada en el segundo trimestre de 2020.
Sin embargo, no se trata de la única causa: desde 2020 el gobierno nacional viene implementando crecientes restricciones cambiarias y regulatorias para desincentivar importaciones, algo que no sólo afecta a los vehículos importados, sino también a los producidos en el país con piezas provenientes del exterior.
Adicionalmente, algunas fábricas automotrices están registrando dificultades operativas porque el personal no quiere realizar horas extras para evitar abonar una mayor proporción del impuesto a las Ganancias, dado que, debido al sistema impositivo argentino, salarios de empleados registrados con un mayor ingreso bruto pueden representar al final del día en un menor ingreso neto. En estos días se está tratando en el Congreso un proyecto legislativo orientado a solucionar ese problema que afecta a muchos sectores económicos.