La restitución del recibo de granos por parte de Los Grobo Agropecuaria logró mejorar los ingresos de la empresa concursada en el marco de un importante ajuste de la plantilla laboral.
Los ingresos por cobranzas de granos, que en abril pasado habían caído a 5199 millones de pesos, en mayo subieron para alcanzar 18.702 millones y en junio 13.776 millones, lo que permitió a la compañía terminar con un saldo de caja magro pero indispensable para mantenerse “a flote” en el transcurso del proceso concursal.
Los acuerdos de entrega de granos, si bien comenzaron a instrumentarse de manera discrecional en un inicio, desde junio pasado fueron habilitados para todos los acreedores granarios.
Al pasado 1 de julio los síndicos habían identificado un total de 314 contratos firmados por Los Grobo Agropecuaria con empresas agrícolas, los cuales en su mayor parte comprenden un pago de 7,0 dólares por cada tonelada de soja o girasol o bien de 5,0 dólares en el caso de cereales, de manera tal que así los productores pueden ir reduciendo el pasivo concursal a cambio de abastecer con granos a la compañía.
Esas operaciones están garantizadas por la filial argentina de la compañía brasileña Amaggi, la cual, además de ser una de las principales acreedoras del concurso preventivo de Los Grobo Agropecuaria, está aprovechando la ocasión para consolidarse en el mercado local de originación de granos.
El acuerdo con Amaggi, si bien incrementó el costo comercial, fue parcialmente compensado por una reducción de la estructura de la red comercial y de los puestos de trabajo, que se redujeron en lo que va del presente año en un 41%.
Mientras que en enero pasado la cantidad de empleados de Los Grobo Agropecuaria sumaba 469 personas –tanto dentro como fuera de convenio– en mayo (último dato disponible) esa cifra era de 273.
Las bajas –según informaron los síndicos en un escrito presentado al juez concursal Hernán Diego Papa– fueron efectuadas en su mayoría a través de acuerdos de salida y con pago en cuotas. La empresa además recibió 83 renuncias.
Las bajas operativas incluyen el personal desafectado por los cierres de las siguientes sucursales: Bolívar, Gualeguay, América, Laboulaye, Intendente Alvear, Villa María y Jesús María. En tanto, las sedes de Azul, Chivilcoy y Daireaux experimentaron recortes.