Si todos los argentinos pusiéramos en nuestras tareas cotidianas las mismas ganas que tiene Sergio Culasso las cosas andarían mucho mejor, sin duda.
En 2006, este pequeño industrial de Las Rosas, en las provincia de Santa Fe, decidió dar el salto al vacío y fundar su propia empresa de maquinaria agrícola, más precisamente de sembradoras. Y vaya si fue complicado desde entonces mantener ese sueño vigente: en 2008 se desató el conflicto por las retenciones, a partir de 2011 empezó a caer el producto bruto interno, luego vinieron problemas con el dólar y las importaciones, hasta que en 2023 se desató la peor de las sequías.
Pero Culasso sigue.
MLS, su pujante fábrica de sembradoras de Las Rosas, comenzó del mismo modo: puras ganas. Fue “una idea que tuvimos de empezar a independizarnos, ir por nuestros propios sueños”, relató el empresario a Bichos de Campo. Él había adquirido experiencia como empleado de otra empresa y se había especializado en la parte comercial. Asado de por medio con su primero socio, vino para sellar el acuerdo, y se lanzaron.
“Esa noche decidimos que a partir de ahí íbamos a comenzar a trabajar fuerte para poder fundar una nueva empresa que en un principio tuvo otro nombre. Después, a partir del año 2017, hubo un cambio en la formación societaria y ahí pasó a ser otra la parte que hoy es socia nuestra”, contó Sergio.
-¿Y quiere decir MLS? ¿”Muy locos somos”?
-Antiguamente, en el primer tramo, la marca era conocida como Malasia. Después para dejarlo lo más aproximado posible a eso, lo que hicimos fue quitarle todas las vocales y entonces, quedó MLS. Para aprovechar un poco todo ese trabajo que habíamos hecho y darle continuidad a través de este proyecto que actualmente estamos llevando a cabo.
Mirá la entrevista:
“Arrancamos con sembradoras por el 2007. La primera puesta en escena fue con una sembradora de 16 surcos a 42 centímetros del tipo auto trailer. De ahí en más empezamos a trabajar en lo que nosotros sabíamos, que era la parte comercial, llevando a cabo el desarrollo de la actividad, visitando concesionarios, yendo a muestras… Poco a poco fuimos creciendo, escalando en el mercado. Hoy estamos en la mesa grande: creemos que estamos con productos competitivos y a la altura de otras empresas”, nos dijo Culasso, orgulloso de lo que ha podido hacer junto con sus diversos socios.
-¿Y cuánta gente emplean ahora después de 17 años?
-Actualmente estamos en 14 personas. Es una empresa relativamente chica, pero estamos desarrollando, inclusive una planta nueva. La que teniamos es una planta chica y nos trasladamos a una que tiene mayores dimensiones para que nos permita desarrollar nuevos productos. Lo estamos haciendo. Hoy ya estamos con Máquina tiro de punta que presentamos el año pasado, que eso nos permite desarrollar un mercado que hasta el día de hoy para nosotros era imposible atacarlo con las máquinas automotrices, porque este tipo de máquina te permite una mayor cantidad de líneas. Entonces en el norte, donde nosotros estamos bien posicionados en ventas, nos permitió ir a mayor cantidad de líneas y a una franja de un sector que hasta el momento no estaba escapando y ahora lo venimos a cubrir con este tipo de máquinas.
-¿Cómo decide uno qué máquina o qué nicho de mercado va a atacar?
-Va viendo la posibilidad, sobre todo cuando tenés una competencia tan grande en sembradoras y tenés empresas multinacionales cerca, jugando. Uno busca uno un nicho de negocio, un tipo de máquina, alguna especialización. Para nsosotros el punto de partida fue el auto tráiler. Luego eso te va llevando en el mercado a vincularte con clientes con los cuales terminás hablando mucho la parte técnica y hacia dónde va el mercado, a dónde están las necesidades.
-Desde 2006 hasta ahora deben haber pasado por distintos sobresaltos… ¿Es difícil el negocio?
-Muy. Cuando uno lo ve de afuera, ve que la máquina está construida, terminada, ve solamente el producto final. Pero detrás de eso hay mucho esfuerzo, desde lo físico, desde lo mental. Hay mucho esfuerzo de grupos y hay que atravesar distintas crisis. Todo es un aprendizaje. Permanentemente estamos aprendiendo. En 2007 fue el primer año que salimos al mercado y el segundo año ya nos tocó el conflicto del campo del 2008.
-¿Y esa fue la más dura?
-No, después de distintas facetas que se fueron dando vino la sequía el año pasado. Yo hace muchos años que estoy en el en el sector, con mi empresa propia y también trabajando para otros, y nunca viví nada similar, algo que impacta tan fuerte. Para este año estamos vislumbrando una recuperación de una cosecha un poco mejor en líneas generales. Pero todavía se están tratando de solucionar los ecos que dejó la mala cosecha del año pasado.
Te invito a que vengas a la zona de riego de Villarino/Patagones a conocer las pequeñas empresas de máquinas agrícolas del sector, que crecen a pesar de la crisis. Saludos
Lo que siempre es rescatable de la maquinaria del señor Culasso son los baules