En la campaña argentina de trigo 2022/23 apenas diez cultivares cubrieron el 53,8% de la superficie sembrada, los cuales cuentan con una antigüedad promedio ponderada de seis años.
El dato corresponde al último informe realizado sobre el cereal por el Instituto Nacional de Semillas (Inase) en base a las declaraciones efectuadas por productores ante el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA).
Para la campaña 2022/23 los productores declararon en el SISA el uso de 375 cultivares diferentes de trigo pan. Las variedades más utilizadas fueron Baguette 620, Pehuen y Algarrobo: entre las tres cubrieron el 31% de la superficie sembrada. En lo que respecta a las cinco primeras, la cobertura alcanzó el 40%.
La variedad más antigua que integra el “top ten” es Baguette 802, la cual fue inscripta en el Registro Nacional de Cultivares en 2012, mientras que más reciente es Pehuén (2020).
En la última campaña las variedades tolerantes a sequía Bermejo HB4, Paraná HB4, Iruya HB4, Pilcomayo HB4 y Traful HB4 ocuparon un área total de 17.854 hectáreas en el territorio argentino.
En lo que respecta a trigo candeal, en 2021/22 se pudieron sembrar 68.895 hectáreas, la mayor parte de las cuales correspondieron a los cultivares Bonaerense INTA Cariló, Perla, Athoris, Zafiro, Odisseo, Esmeralda y Cuarzo.
Los cultivares sin propiedad intelectual cubrieron en 2022/23 el 7,7% del total de la superficie sembrada en la Argentina, la mayor parte del cual correspondió a la variedad Catalpa.
En 2022/23 se declararon 4,779 millones de hectáreas con trigo, de las cuales el 53,3% correspondieron a siembras realizadas por el 10% de las empresas agrícolas.