Brasil está aprovechando la “retirada” de la Argentina para hacer grandes negocios con el principal producto de exportación de su socio menor del Mercosur.
La Asociación de Exportadores de Cereales de Brasil (Anec) acaba de publicar la proyección de exportación de harina de soja de febrero de 2023 y alcanza una suma de 1,74 millones de toneladas, una cifra 10% superior a la registrada en el mismo mes del año pasado.
El crecimiento de los embarques se produce en un momento en el cual los valores internacionales de la harina de soja se encuentran muy elevados debido a los problemas presentes en la Argentina, país que, por el momento, es el principal exportador mundial del producto.
Para el presente mes de febrero los registros oficiales muestran que Argentina realizaría embarques de harina de soja por apenas 749.513 toneladas, cuando en el mismo mes de 2022 esa cifra fue de 1,04 millones de toneladas.
La industria aceitera argentina se encuentra en problemas serios para poder originar mercadería porque las ventas de soja se desplomaron, dado que la mayor parte delos productores están esperando el lanzamiento de la tercera edición de “dólar soja” para comercializar el último remanente de la campaña 2021/22.
Por otra parte, la cosecha de soja de primera –que se recolecta entre los meses de abril y mayo– será escasa debido al impacto de una severa sequía. La campaña de soja tardía, que ingresa al mercado a partir del mes de junio, aún está “en carrera”, pero su evolución depende de la ocurrencia de precipitaciones importantes en las próximas dos semanas.
Con una cosecha de soja estimada de 152,8 millones de toneladas para 2022/23, Brasil se encamina a tener una gran campaña comercial en lo que respecta a poroto y harina de soja. Y lo mismo puede decirse del maíz, que arrancó el año con un crecimiento sustancial de los embarques.