En el mercado brasileño de trigo –tal como sucede en la Argentina– se está registrando una situación álgida entre productores y compradores del cereal ante los bajos precios del producto.
Según Elcio Bento, analista de Safras & Mercado, los compradores están adoptando una postura defensiva, a la espera de mejores oportunidades para negociar, al tiempo que los productores no están contentos con los valores ofrecidos.
La industria molinera brasileña optó por posponer las compras durante la mayor parte de la semana, siguiendo de cerca el progreso de la cosecha antes de reanudar las operaciones.
“La cautela de los molineros también se observó debido a su participación en el 32 Congreso Internacional de la Industria Abitrigo (realizado esta semana en Rio de Janeiro), un período durante el cual muchos esperaban una mejor definición de las perspectivas de la cosecha antes de reanudar las compras”, indicó Bento.
La apreciación del real brasileño agrava el problema, dado que en el último año el precio de referencia del trigo disponible en Paraná cayó un 12% medido en dólares, mientras que en reales la caída es del 16%.
La situación es paradójica, dado que ni los molinos ni los productores de trigo están contentos con los precios actuales; los primeros creen que tienen que ser más bajos, mientras que los segundos piensan lo contrario.
En Paraná se recolectó ya el 80% de la superficie de trigo con partidas que hasta el momento muestran en general buena calidad y productividad.
Sin embargo, en Rio Grande do Sul –el otro gran estado productor de trigo de Brasil–, la cosecha no logró superar el 5% del área debido a condiciones climáticas desfavorables.
Además, los análisis iniciales de la calidad del trigo en Rio Grande do Sul generan preocupación. En varias regiones, apuntó Bento, se prevén granos con bajo gluten, que es justamente lo que demanda el sector molinero.





