En la transición de manejos agrícolas tradicionales hacia otros más tecnificados, el uso de drones sin dudas ha sido uno de los eventos más destacados, que ha logrado probar su utilidad en distintos trabajos cotidianos. Es así que los mismos ya se emplean en pulverizaciones, fertilizaciones, monitoreo de lotes, parcelas, animales y hasta para tareas de siembra.
Ese último aspecto es el que la Experimental del INTA Rama Caída, en la provincia de Mendoza, decidió investigar más a fondo. Teniendo en cuenta que la implantación de lotes de pasturas ha cobrado una gran relevancia en las últimas temporadas, en el oasis irrigado de esa provincia, la posibilidad de eficientizar esa tarea se ha vuelto una búsqueda central.
Hasta ahora, metodologías manuales para realizar la siembra e implantación de pasturas se realizan en forma manual, con la consiguiente falta de uniformidad y gasto de semillas adicionales expresadas en kilos por hectárea, además de demandar mucho tiempo. En este sentido, la incorporación de tecnologías de procesos ha mostrado ya tener beneficios positivos.
Es así que en la última temporada, especialistas de esa experimental realizaron una experiencia demostrativa de siembra en una parcela de pastura consociada (gramínea y leguminosa) empleando un dron AGRAS T40 de la marca DJI, equipado con un tanque de siembra de 50 kg. Se colocó 30 kg de moha (gramínea) y 5 kg de alfalfa (leguminosa).
Previamente, se ajustaron parámetros de vuelo como velocidad de avance, ruta de trabajo y calibración previa del tanque sembrador, entre otras, para lograr una densidad definitiva de entre 150 y 200 plantas por metro cuadrado.
La siembra se realizó sobre dos parcelas trabajadas con rastra de disco y sistematizadas para el riego superficial post-siembra.
Pasados 35 días desde la fecha de siembra, se procedió a verificar a campo los resultados, que ciertamente fueron positivos.
Según se informó, se contabilizaron la densidad de plantas existentes, resultando un promedio de 163 plántulas por metro cuadrado de superficie.
Por otro lado, en la mezcla consociada de semillas se pudo apreciar que la moha presentó un rápido crecimiento y desarrollo, protegiendo de las inclemencias climáticas, a la incipiente plántula de alfalfa.
“El uso de los drones semilleros hace poco se ha empezado a incorporar en algunos sectores de la agricultura y es importante porque este tipo de tecnología nos permite realizar los trabajos en menores tiempos y haciendo un uso más eficiente del recurso. Este tipo de tecnología se va perfeccionando continuamente, entonces poco a poco vamos a poder, por medio de los drones, realizar muchas más tareas de las que hoy se pueden realizar”, dijo a Bichos de Campo Melanie Vico, técnica agrónoma e integrante del equipo de Teledetección de la unidad, quien participó de esta experiencia junto a Ing.Agr. (Mg. Sc) Claudio Giardina y el Tec. Agrop. Leonardo Saavedra desde el sitio de la EEA Rama Caída.