La caída de la producción de soja que se espera en la Argentina en el ciclo 2025/26 podría también replicarse en Brasil, donde los números del negocio también se están licuando.
La estimación de producción de soja 2025/26 en el estado de Mato Grosso (el mayor productor de la oleaginosa en Brasil) realizada por el Instituto Mato-grossense de Economia Agropecuária (Imea) muestra una caída importante.
Hecatombe Soja 2025/26: CREA prevé una caída del área superior al 11%
Una superficie de soja de 13,08 millones de hectáreas, lo que representa un aumento del 1,67 % con respecto a 2024. Sin embargo, la productividad media proyectada es de 3627 kg/ha, una cifra 8,8% menor en comparación con el rendimiento récord alcanzado en el ciclo 2024/25.
Eso generaría, según Imea, una producción de soja en Mato Grosso para la campaña 2025/26 de 47,18 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 7,2% con respecto a la cosecha anterior.
“A medida que se acerca la temporada de siembra de soja 2025/26 en Mato Grosso, los productores se enfrentan a un escenario desafiante, marcado por incertidumbres tanto económicas como climáticas”, señala el informe de Imea.
“La combinación de precios poco atractivos, altos costos de producción y tasas de interés aún elevadas ha influido en la toma de decisiones en el campo, especialmente en lo que respecta a la expansión de la superficie sembrada y la inversión en tecnologías y tratamientos para cultivos”, advierte.
El informe destaca que el modelo climático de la agencia meteorológica de EE.UU. (NOAA) indica la posibilidad de precipitaciones superiores a la media en septiembre y octubre, especialmente en las regiones productoras de Mato Grosso, lo que podría beneficiar el desarrollo temprano de los cultivos en el mayor estado agrícola del país.
En lo que respecta a la matriz comercial 2025/26, Imea prevé que la demanda de soja de Mato Grosso caería un 4,0% en términos interanuales de la mano de una baja en las exportaciones y los envíos realizados a otras regiones del país.
Parte de ese proceso se morigeraría con un aumento proyecto del consumo interno de soja de casi el 2,0%, el cual se explica por la necesidad de elaborar aceite de soja para abastecer a la pujante industria local de biodiésel, dado que a partir del presente mes de agosto rige a nivel nacional el nuevo corte obligatorio de nafta con biodiésel del 15%.