La actividad agrícola es el principal factor de desarrollo económico a gran escala territorial en Brasil y el último relevamiento realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), correspondiente al año 2023, así lo confirma.
En 2023 los diez municipios brasileños con mayor PIB per cápita concentraban solo el 0,3% de la población, pero representaron el 3,4% del PIB nacional.
Saquarema (Rio de Janeiro) lideró el ranking con 722.400 reales per cápita, impulsado por la extracción de petróleo y gas, actividad que también impulsó el desempeño de Maricá (Rio de Janeiro), Presidente Kennedy (Espírito Santo), Ilhabela (San Pablo) y São João da Barra (Rio de Janeiro).
São Francisco do Conde (Bahia) y Paulínia (San Pablo) también se destacaron por la refinación de petróleo, ocupando la segunda y cuarta posición nacional. En tanto, Santa Rita do Trivelato (MT) alcanzó el séptimo lugar gracias a la producción agrícola con 409.443 reales per cápita. El promedio nacional fue de 53.900 reales per cápita.
Entre las capitales estatales, la capital Brasilia presentó el mayor PIB per cápita con 129.800 reales, mientras que Belém (Pará) tuvo el menor desempeño entre las capitales con 31.100 reales.
Los municipios con el mayor PIB per cápita se concentran en los grandes centros urbanos del centro-sur de Brasil y en las regiones agrícolas, especialmente en el centro de Mato Grosso, el sur de Goiás, el oeste de Bahía y la región del Alto Parnaíba.
De todas maneras, más allá de los enclaves de desarrollo económico promovidos por industrias extractivas, manufactureras y el sector público, el sector agropecuario es el gran “motor” de desarrollo en el interior productivo de Brasil.
Existe una correspondencia casi directa entre el mayor PBI per cápita y la producción de soja y maíz como actividad económica principal, los cuales, además de una considerable fuente proveedora de divisas, genera el insumo base para las industrias de proteínas animales y biocombustibles.
El indicador que muestra cómo evolucionó la riqueza relativa de los municipios en comparación con el promedio de Brasil entre 2002 y 2023 es un claro reflejo de cómo el progresivo crecimiento de la producción agrícola impulsa el nivel de vida de los habitantes de las comunidades de base agropecuaria.
Lo que sucede en Brasil, más allá de las diferencias por cuestiones de escala, también se evidencia en Paraguay y Uruguay. El único país de la región que no participó de ese fenómeno es la Argentina debido a las políticas públicas extractivas que impidieron (e impiden) el desarrollo del sector agropecuario.







