Una empresa minera controlada por capitales canadienses podrá “saltar” el cepo cambiario para acceder a una porción de las divisas generadas por exportaciones al resultar beneficiaria de un régimen especial que excluyó al sector agroindustrial.
Sales de Jujuy, cuyo accionista mayoritario es la australiana Allkem, acordó una inversión de 111,1 millones por realizar hasta 2031 para ampliar la capacidad de producción de litio en la unidad presente en la provincia de Jujuy.
En ese marco, al participar del régimen de “Fomento de Inversión para las Exportaciones” creado por medio del decreto 234/2021, Sales de Jujuy podrá emplear el 20% de las divisas obtenidas por exportaciones vinculadas al nuevo proyecto para ser destinadas “al pago de capital e intereses de pasivos comerciales o financieros con el exterior y/o utilidades y dividendos que correspondan a balances cerrados y auditados y/o a la repatriación de inversiones directas de no residentes”.
Es decir: el 20% de las divisas quedará en manos de sus auténticos propietarios, en este caso la empresa elaboradora de litio, mientras que el 80% restante deberá seguir sufriendo la extracción de las “retenciones cambiarias”.
Mientras que el tipo de cambio oficial, intervenido por el gobierno, es de 267 $/u$s, el dólar libre negociado en el mercado bursátil externo (contado con liquidación) tiene una cotización de 512 $/u$s.
Lo insólito del decreto 234/2021 es que aclara expresamente que el régimen de fomento no comprende las exportaciones de trigo; pellets, harina, gluten y almidón de trigo; maíz convencional y pisingallo; harina, pellets, preparaciones, almidón y aceite de maíz; poroto, harina, aceite y proteínas de soja; biodiésel y glicerol. Esos rubros son, precisamente, los que generan el grueso de las divisas que ingresan a la economía argentina.
La ironía es que, mientras que el beneficio concedido a la empresa minera se instrumentará con la promesa de una inversión de 111,1 millones de dólares por un plazo de varios años, las empresas agrícolas argentinas en la última campaña invirtieron casi 16.500 millones de dólares y, lejos de recibir alguna ayuda, sufren extracciones crecientes y distorsiones comerciales de todo tipo y color incluso luego de sufrir un desastre climático.
El litio está gravado por un derecho de exportación del 4,5%, mientras que en el caso de los cereales es del 12% y para los productores del complejo sojero del 33%.