Para Elon Musk que lo mira por TV. En Argentina también hay un grupo de jóvenes ingenieros empresarios que comienzan a acercarse de a poco al llamado “new space” y que quieren sumarse a la carrera para acceder al espacio a través de la puesta en órbita de satélites pequeños que brinden diferentes servicios.
La empresa de micro y minisatélites, llamada Lia Aerospace y fundada por Dan Eterberg y Federico Brito anunció que el 23 de enero a las 11:26 de la mañana voló con éxito su primer cohete, Zonda 1.0, en la localidad bonaerense de Magdalena.
Una particularidad del cohete de 3,8 metros de largo fue su propulsión hecha con combustible biodiésel y con peróxido de hidrógeno fabricado por la misma empresa como agente antioxidante, lo que les permite generar un 60% menos de huella de carbono que los combustibles y propelentes que usualmente se utilizan, con lo cual se vuelven reutilizables y más sustentables ya que disminuyen los costos de la industria.
“Lia Aerospace tal vez sea la primera empresa en el mundo en lanzar un cohete utilizando biocombustibles con éxito en el mundo”, dijo orgulloso Federico Brito a Bichos de Campo, quien se dedica al desarrollo de cohetes desde los 15 años.
El objetivo de la empresa a largo plazo es lanzar un cohete a órbita y esperan lanzar cohetes de mayor tamaño, capacidad de carga y altura de vuelo cada 12 a 18 meses. En efecto, su anhelo es el de llegar al espacio en 2024 con una versión más grande de este mismo cohete, con una carga útil de 250 kilos.
La clave de la empresa reside en que esos cohetes fabricados puedan transportarse y desplazarse fácilmente al punto de lanzamiento respetando condiciones climáticas.
-¿Cómo es que una empresa nacional como Lía Aerospace llegó a lanzar su primer cohete propulsado con biodiésel?
-Pudimos lograr este hito nacional e internacional gracias a muchísimo trabajo y planificación y gracias a un gran equipo de ingenieros, técnicos y asesores. Con enfoque empresarial, medioambiental, y tecnológico pudimos lograr que Lia Aerospace tal vez sea la primera empresa en el mundo en lanzar un cohete utilizando biocombustibles con éxito en el mundo.
-¿Cuál fue el disparador de este origen hace 5 años atrás junto a Dan Eterberg?
-La pasión, la ilusión y la lucha incansable de lograr el sueño de nuestras vidas. Nos impulsa el desafío de lograr cosas difíciles y de encontrar solución a innumerables problemas técnicos y de ingeniería.
-¿Cuál es el objetivo de la empresa en sí?
-Ofrecer servicios de logística espacial con cohetes reutilizables, amigables con el medio ambiente y disminuyendo la huella de carbono. Queremos captar una parte de mercado del new space.
-¿Nadie antes lo había concretado al igual que ustedes en el país?
-No, nadie. Somos la primera empresa 100% privada del país en hacerlo, la primera empresa privada en Latinoamérica y una de las pocas en el mundo en desarrollar esta tecnología.
-¿Cómo está el mundo en este tipo de avances?
-En el mundo hay diferentes proyectos de empresas que quieren desarrollar este tipo de servicios, pero a diferencia de ellos, nosotros damos un enfoque reutilizable y medioambientalmente amigable, frecuente y dedicado al cliente.
-¿Qué otras empresas del mundo están en esta sintonía?
-SpaceX de Elon Musk quien además dirige Tesla Motors, y Blue Origin de Jeff Bezos, el fundador de Amazon. Esas son las principales empresas que poseen experiencia en reutilizar sus cohetes. Pero se encuentran en otro target de mercado, mientras que nosotros apuntamos a satélites más pequeños, de 250 kilos, y en dar servicios de acceso al espacio.
-¿Por qué la particularidad de elegir que el equipo esté impulsado con biodiésel como combustible?
-Lo elegimos para ser medioambientalmente amigables al no usar hidrocarburos, y así poder usar aceites vegetales y reciclables. Estamos muy comprometidos en contribuir a la reducción de la huella de carbono, y además en un futuro cercano las empresas que tengan menor huella de carbono pagarán menos impuestos, y si aparte podemos usar un combustible vegetal y eventualmente reciclado generaremos un mayor cuidado con el ambiente, con las generaciones futuras y con la biodiversidad.
-¿Qué costo les demandó y qué persiguen detrás de este lanzamiento?
-Aproximadamente 60 mil dólares, algo ínfimo en comparación con los gastos de otras empresas o estados. Eso habla muy bien de nuestro equipo y potencial. No sólo somos los primeros en lograr algo extraordinario, sino que lo logramos con bajos recursos. Por eso ya estamos abriendo una nueva ronda de inversión para poder desarrollar nuestra próxima etapa: lanzar un cohete a órbita.
En Lia Aerospace hacen del espacio un negocio, tal como reza su lema y buscan satisfacer las expectativas del creciente mercado de vehículos de lanzamiento con una ventaja estratégica a juicio de Brito: “La ubicación de la costa de Argentina es adecuada para lanzamientos tanto al este como al sur, lo que brinda la posibilidad de muchos ángulos de órbita diferentes”.
Ubicada en Vicente López, la empresa Lia Aerospace tiene seis personas trabajando en modo fulltime, y aparte cinco asesores, técnicos e ingenieros que colaboran de modo externo. Para ellos esta primera prueba permitió confirmar el correcto funcionamiento de todos los sistemas del cohete y pudieron identificar oportunidades de mejora para la construcción de su próximo cohete, que tendrá un trayecto corto de 3 kilómetros pudiendo aterrizar de manera similar a como lo hacen los del empresario sudafricano Elon Musk.
El magnate conocido por dirigir la firma SpaceX que ofrece servicios de lanzamiento comerciales y públicos en sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy con el objetivo de reducir los costos del transporte espacial es sin duda alguna una inspiración para este grupo de emprendedores argentinos que persigue el sueño de poner un satélite en la órbita terrestre.
En tiempos en que las empresas productoras de biocombustibles advierten que la Argentina entraría en “default ambiental” si el Congreso no prorroga la Ley de Biocombustibles que vence en mayo próximo (La ley Nº 26.093), dado que corren riesgo de desaparecer, inventos como los de Lia Aerospace refuerzan la necesidad de concretar una normativa de este tipo para que este sector clave pueda operar con previsibilidad.
We are happy to announce that we successfully launched our first rocket using biofuels! The Zonda 1.0 reached the expected height of 3 km and allowed us to confirm all rocket systems and land systems are working properly! pic.twitter.com/ffB6ko69nF
— Lia Aerospace (@LiaAerospace) January 26, 2021
El default ambiental al que aluden es porque va en sentido contrario al compromiso asumido en el Acuerdo Climático de Paris, que el presidente Alberto Fernández ratificó de modo público hace pocos días, dado que se trata de favorecer la promoción de combustibles amigables con el medioambiente y de promover el crecimiento de las industrias pymes nacionales.
Aplicado al agro, un satélite podría aportar datos sobre humedad de suelo e inundaciones y enfermedades de cultivos, entre otras aplicaciones claves para la agricultura como la gestión de emergencias ambientales y el monitoreo de recursos naturales, tal como persigue el satélite Saocom 1B fabricado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y la empresa estatal Investigación Aplicada (Invap).