La apreciación artificial del peso argentino complica por demás la sostenibilidad del negocio de muchas empresas argentinas y la maquinaria agrícola no es la excepción.
Si bien a partir de abril pasado el gobierno instrumentó un nuevo esquema cambiario, el proceso de apreciación del peso no sólo sigue vigente, sino que además se profundizó.
Un ejemplo concreto del impacto negativo de la apreciación cambiaria es el último balance trimestral presentado por la empresa cordobesa fabricante de sembradoras Agrometal, que en el primer trimestre de 2025 registró una pérdida de 1956 millones de pesos a pesar de una recuperación de las ventas de equipos.
“El acumulado de notas de venta al finalizar el primer trimestre estaba un 12% arriba del acumulado del mismo período del año anterior. No obstante, al realizar el mismo cálculo finalizando el mes de abril, los cuatro primeros meses del año presentaban un volumen 52% superior al primer cuatrimestre de 2024”, señala el balance.
Los créditos disponibles durante la última edición de Expoagro potenciaron las ventas de sembradoras, aunque el precio promedio por sembradora facturada disminuyó un 27% con respecto a la misma medición en moneda constante del año anterior.
“Analizando el margen bruto, se observa un cambio negativo con respecto al calculado un año atrás. Las ventas netas disminuyeron un 14%, mientras que el costo de ventas creció un 2%, todo medido en moneda constante”, remarca el balance.
“Al mismo tiempo, los gastos de comercialización crecieron un 34%, y los de administración en un porcentaje similar (35%). Es en este punto donde se pone de manifiesto el impacto que tiene sobre las variables que integran el estado de resultados, las distintas velocidades de evolución de los gastos con respecto a los ingresos de la empresa”, añade.
Es decir: los gastos evolucionaron al mismo ritmo que la inflación general –la que marcó un 117,8% para todo el año 2024, teniendo los gastos en una medición nominal un crecimiento muy similar– mientras que los ingresos estuvieron atados a la variación del dólar, moneda que se apreció con respecto al peso en sólo un 27,7% en el mismo período.
El aspecto favorable es que en el plano financiero la disminución de los egresos (-40%) fue mayor a la disminución de los ingresos (-14%), continuando con la tendencia observada durante gran parte del 2024 en el marco del proceso de estabilización macroeconómico.
“El desafío claramente está en incrementar los ingresos vía volumen, al tiempo que se deben profundizar los niveles de eficiencia para morigerar, aunque sea parcialmente, el notable incremento que presentan los gastos, no en función de su volumen sino principalmente por el ajuste de precios que han sufrido a lo largo del año pasado y dejan un punto de partida alto para el presente ejercicio. La estrategia pasará por ganar participación de mercado y puertas adentro controlar los gastos que se dispararon por el proceso descripto más arriba”, señala el empresa.
El problema es que con un tipo de cambio apreciado la exportación luce compleja, al tiempo que la capacidad de pago de los empresarios agrícolas sigue comprometida a causa de los derechos de exportación.