Finalmente, tal como anticipamos nueve meses atrás, la dinámica del mercado ganadero pasó “factura” a la política intervencionista del gobierno para generar un “efecto rebote” infernal en los precios.
Acaba de salir del horno el informe de precios minoristas del Indec y, tal como se preveía, los valores de la carne vacuna, luego de permanecer “planchados” durante la mayor parte de 2021, ajustaron de manera “bestial” el mes de pasado.
El propio secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, reconoció hoy por la mañana, antes de la publicación del informe del Indec, que “el índice de inflación está perturbado por el precio de la carne (vacuna)” y que el mismo –que fue del 2,5% en noviembre– habría sido bastante menor si no fuese por el comportamiento de los cortes bovinos.
En ese sentido, Feletti se ilusionó con liquidar ese proceso, al menos en el mes de diciembre, a partir del acuerdo cárnico para las fiestas de fin de año realizado con los grandes frigoríficos y cadenas de supermercados.
Tal como explicamos en Bichos de Campo en abril, poco antes de que el presidente Alberto Fernández decidiera intervenir el mercado cárnico, gracias a la primera intervención kirchnerista el sector ganadero argentino se quedó sin stock de reserva de machos, lo que implica que sistema ganadero-cárnico viene trabajando, año tras año, al límite de su capacidad, con la “máquina” prendida recalentada, pero sin resto para recomponer existencias de manera sostenida.
En ese marco, cuando por algún motivo se produce un aumento de la demanda (por ejemplo: a través de las erogaciones realizadas en planes sociales) o una contracción de la oferta (preñeces bovinas fallidas por desastres climáticos), los ajustes de precios, que antes de la intervención kirchnerista eran suaves, pasaron a ser “salvajes”.
Ahora ese inconveniente, lejos de aminorarse, se potenció con la segunda intervención kirchnerista y, tal como se anticipó, el planchazo de precios impulsado por la intervención del mercado externo duró menos tiempo y el “efecto rebote” fue infernalmente más potente.
Por algún tiempo podrán intentar disfrazar el desastre realizado con acuerdos y acuerditos que impliquen comercializar cortes estupendos con precios subsidiados para sacar las fotos del comunicado oficial que hable de las maravillas de la política intervencionista, pero en la “calle” la sensación será bastante diferente.
Y eso porque la única receta viable para contener los precios fue y será siempre incrementar la producción. Pero para lograr eso se necesitan Estadistas. No improvisados.
Para Feletti “el índice de inflación está perturbado por el precio de la carne”