Usualmente, cuando escuchan que un presidente de tal o cual partido se desvive cuando llega al país una inversión de 200 o 300 millones de dólares, los dirigentes rurales se ofuscan con el poco reconocimiento de los políticos hacia el campo y sacan a relucir los 15.000 millones o más que se entierran todos los años para obtener una cosecha agrícola.
Ahora tendrán un argumento mucho más contundente.
A partir de una actualización de un viejo análisis del Movimiento CREA, los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) acaban de calcular que la ganadería vacuna invierte cada año todavía más cantidad de dinero que la producción de granos. El dato es elocuente: en producir carne se invirtieron este año 20.322 millones de dólares. Es más plata que la que se precisa para cosechar soja. Y es más dinero incluso que el salvataje de Estados Unidos al gobierno de Javier Milei.
“A partir de la actualización de un trabajo de CREA, se estima que en 2025 el productor ganadero desembolsará 9.954 millones de dólares en reposición de hacienda, 8.592 millones de gastos directos e indirectos, 1.021 millones en bienes durables y 755 millones en gastos de comercialización”, dice el documento publicado este viernes por la BCR y que firman los analistas Franco Ramseyer, Emilce Terré y Julio Calzada. El trabajo fue presentado además este jueves en el Congreso Ganadero del Rosgan, que curiosamente llevaba como lema “La Revancha de la Ganadería”.
“La ganadería bovina constituye uno de los pilares históricos de la economía argentina, jugando un rol de gran importancia en el valor agregado del país, y en la movilización de recursos para sostener la producción, el consumo y las exportaciones”, comienza el análisis, que recuera que, con más de 3 millones de toneladas de carne vacuna producidas por año, Argentina es el principal consumidor de carne por habitante y el quinto exportador mundial.
¡Algo se debe gastar para mantener funcionando esa maquinaria!
“El propósito del presente trabajo consiste en actualizar la cuantificación de esos recursos que moviliza la cadena ganadera”, explican los especialistas, que parten de un estudio realizado por CREA en la campaña 2010/11, en conjunto con la Mesa de Enlace, y que ahora contaron con la colaboración de Ezequiel de Freijo, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina.
Lo que se hizo en este trabajo es estimar el desembolso total del sector ganadero en el año 2025.
“Como resultado, se proyecta que este año la erogación total del sector ganadero bovino, entre gastos e inversiones, alcanzaría 20.322 millones de dólares. Si bien los resultados son preliminares y están sujetos a refinamiento, ofrecen una aproximación a la magnitud de la movilización de recursos de este sector”, fue la conclusión de la BCR.

Para hacer esta estimación de los gastos o inversión ganadera de este año, se tomó en cuenta que el stock ganadero comenzó el año en 51,6 millones de cabezas. Este dato “define un punto de partida físico para la cuantificación de los desembolsos”. Luego, el modelo de estimación de gastos abarcó cinco grandes rubros: gastos directos, gastos de comercialización, gastos indirectos, inversiones en bienes durables y reposición de hacienda.
Dice el documento: “El primer componente del desembolso total corresponde a los gastos directos, que comprenden aquellas erogaciones operativas intrínsecamente ligadas al proceso de producción ganadera. Los mismos fueron actualizados a partir de los datos de rodeo bovino de la Secretaría de Agricultura, y de los costos directos por hectárea para diferentes modelos de producción, relevados de la revista Márgenes Agropecuarios“.
Para el año 2025, se estima que estos gastos alcanzarían un total de 4.117 millones de dólares. Se destaca el rubro de Alimentación como el principal componente de costos, representando el 73% del total. Este rubro se desagrega en 1.926 millones destinados a suplementación y 1.060 millones a pasturas y verdeos. Los desembolsos directos restantes se componen de gastos de personal (688 millones) y sanidad (443 millones).
El segundo rubro cuantificado corresponde a los Gastos de Comercialización, los cuales agrupan las erogaciones necesarias para la venta de la hacienda. Se proyecta que estos desembolsos alcanzarán un total de 755 millones de dólares en 2025.
Este monto se desagrega en dos componentes principales: las Comisiones por ventas, que representan el 62,4% del total (471 millones), y los gastos de Transporte, que explican el 37,6% restante (284 millones).
“Las comisiones estimadas contemplan las distintas modalidades de operación del sector, incluyendo mercados concentradores, remates feria, gancheras y ventas directas. Por su parte, el costo de transporte cubre los traslados de animales tanto entre establecimientos como hacia las plantas de faena”, se precisó.
Los gastos indirectos, en tercer lugar, fueron proyectados en 4.475 millones de dólares para 2025.

El principal componente de esta categoría es Estructura y Administración, con un desembolso estimado de 2.827 millones. Estos gastos se originan por la necesidad de mantener el establecimiento en condiciones de producir y gestionar técnica y económicamente la empresa. Incluyen una amplia gama de rubros como el personal de estructura, encargado de campo, personal de oficina, movilidad, asesoramiento técnico, contable e impositivo, energía eléctrica, mantenimiento de infraestructura, comunicaciones y gastos de oficina.
El segundo rubro de mayor peso dentro de los gastos indirectos es Arrendamientos y Pastajes, estimado en 1.397 millones de dólares. Este monto refleja el costo del uso de la tierra, considerando, de acuerdo con el trabajo de CREA, que la mayoría de los contratos se establecen en forma trianual (con referencia a kilos de novillo o en pesos por hectárea), además de modalidades de “pastaje” de tiempos menores.
Finalmente, el ítem de Financiamiento completa la categoría, con una proyección de 251 millones de dólares.
En cuarto lugar, se cuantifica el componente de Inversiones en bienes durables. Se proyecta que para 2025, la misma se ubicaría en 1.021 millones de dólares. “Esta cifra representa la erogación estimada para la reposición y adquisición de activos fijos, e incluye los desembolsos en maquinarias, mejoras de infraestructura, compra de pickups, entre otros conceptos”, se indicó.
Para concluir, el último y más significativo componente del desembolso total es la reposición de hacienda. Esta categoría, que se proyecta en 9.954 millones de dólares para 2025, es fundamental para capturar el flujo de costos entre las distintas etapas productivas.
Explicó la BCR: “El monto computa dos elementos claves: por un lado, el costo operativo de reposición de los terneros/as que la invernada y los engordadores le compran a la cría; por otro, incluye la reposición de vientres, la cual se estima en un 20% anual sobre el stock total de vacas”.




