El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) redujo cerca de un 60%, de 1.141 a 475, el listado de aranceles que cobraba por sus servicios a los operadores privados, según dos resoluciones publicadas este viernes en el Boletín Oficial.
La primera de esas normas, la Resolución 12-E/2018 del Ministerio de Agroindustria, aprueba los nuevos montos arancelarios del Senasa y establece las exenciones, por ejemplo a los productores de la llamada agricultura familiar. La segunda es del Senasa, la 49-E/2018, y contiene el listado de incisos en los cuales el organismo debe cobrar aranceles a los operadores privados durante 2018.
El anexo de esa disposición ocupa más de 100 páginas, pero buena parte de los casilleros aparece ahora en blanco porque el Senasa ha venido reduciendo tanto la cantidad de trámites exigidos a los productores de alimentos, como los aranceles que cobraba por dichos servicios.
“Se avanzó en la desburocratización al simplificar en más del 50% la cantidad de aranceles con respecto a la base anterior”, celebraron voceros del Senasa. Un comunicado del Ministerio de Agroindustria añade declaraciones del ministro Luis Miguel Etchevehere: “Esto significa un claro avance en nuestro objetivo de desburocratización, al simplificar los trámites al productor, respondiendo, de este modo, a un pedido y una necesidad del sector de disminuir tiempo y recursos en la realización de trámites”.
Para graficar la relevancia de esta acción, el ministro señaló que “a partir de esta segunda etapa que se implementa se simplifica en más del 60% la cantidad de aranceles permitiendo una reducción de aproximadamente 700 aranceles”. En la nueva estructura publicada los trámites obligatorios se redujeron de 280 a 199, y los aranceles correspondientes a dichos servicios se redujeron de 1.141 a 475, en cerca del 60%.
“Esto produce beneficios tanto para el organismo como para el usuario del servicio”, dijeron las fuentes a Télam. Buena parte de los trámites que ya no deben realizarse ni pagar aranceles tiene que ver con la inscripción o renovación de licencias para los establecimientos productivos. Se mantienen, en tanto, las tasas por controles de faena o por diversos análisis de laboratorio, así como los certificados sanitarios necesarios para la exportación de alimentos.
“La tarea del Senasa es facilitar todos esos procesos desde la perspectiva de la mejora continua de los controles sanitarios promoviendo la calidad e inocuidad de nuestros alimentos, aportando así a la competitividad de los actores de la cadena agroindustrial”, sostuvo el presidente del Senasa, Ricky Negri, en el comunicado oficial.
En esta movida arancelaria, informó el Senasa, también se estableció un monto diferencial del 35% para los aranceles correspondientes al registro de bioinsumos, con el fin de fomentar su producción y uso, entendiendo que son herramientas que mejoran la productividad agropecuaria, el desarrollo sustentable y el agregado de valor en origen.