“Ni Argentina ni Brasil tienen nada que envidiarle a la muestra que se realiza en Estados Unidos”, reconoce Juan Rosasco, director de Marketing de la semillera Stine, en conversación con Bichos de Campo. La charla sucede días después de la finalización del Farm Progress Show, el evento agrícola más importante de ese país el norte, del que aquella firma fue pieza clave.
Si bien su historia inicia en Latinoamérica en 2016, cuando la semillera decide iniciar sus operaciones en esta región del mapa, en Estados Unidos operan desde la década de 1930, trayectoria que los colocó en la cima de la producción sojera allí.
“Stine es líder indiscutido en Estados Unidos para lo que es soja. Tiene alrededor del 80% de toda la genética que se siembra de soja ahí. Hoy su principal negocio es licenciar esa genética a otras marcas para que lo vendan”, explica Rosasco, que detalla que el negocio tiene hoy una mirada de 360 grados.
“Decimos que nuestro programa genético trabaja en 360 grados, entre Estados Unidos, Argentina y Brasil, porque intentamos obtener lo mejor para el productor según las necesidades y problemáticas de cada país. A nosotros el que nos diseña el producto final es el productor. Levantamos las necesidades de la calle y empezamos a investigar, trabajo que nos toma entre 6 y 7 años”, indica.
En soja, Stine se destaca con Enlist y Enlist Conkesta, dos biotecnologías de desarrollo propio que le otorgan a ese cultivo gran resistencia a herbicidas e insectos.
“El Enlist le da resistencia a la soja puntualmente para el 24D, el glufosinato y el glifosato. En Argentina esa es una de las principales problemáticas, y esta herramienta le da al productor el poder de controlar malezas con el cultivo ya emergido, sin perder rendimiento. Las más resistentes en nuestro país son el yuyo colorado y la nabolza”, señala Rosasco.
“El Enlist Conkesta, por su parte, además de brindar resistencia a los herbicidas, tiene dos proteínas que le dan resistencias a dos lepidópteros muy problemáticos en el norte de Argentina y en todo lo que es Brasil. Su principal uso es para el control de insectos, y lo tenemos en el mercado desde el 2019”, añade.
El portfolio de productos se completa con un gran abanico de opciones para maíz, de distintas madureces relativas, y con biotecnología de la mano de Syngenta, como es el caso del Viptera 3. Este desarrollo ofrece resistencia a los tres lepidópteros principales como son el cogollero, el helicoverpa y el gusano barrenador del tallo.
-¿Con qué se encontró un productor argentino que los visitó allí en el Farm?- le preguntamos a Rosasco.
-Por empezar, casi ningún producto de Estados Unidos podés sacarlo y sembrarlo en Argentina o en Brasil, por la madurez de los grupos y por las problemáticas o diferencias climáticas que tienen los países. Las plantas son seres vivientes que están seleccionadas y adaptadas a los diferentes ambientes de cada país. Allá el grupo en soja más sembrado es el 3, y acá es el 4,5 a 5. Eso es por el clima, la latitud y las horas luz que tenemos aquí. En el norte de Brasil, en cambio, lo más sembrado es un grupo 7 u 8. Por eso es que en cada país tenemos un programa genético propio, pero que está los 360 días del año conectado.
-Decías que los productores les marcan el rumbo de sus desarrollos. ¿Qué es lo que hoy les transmiten?
-Todos te vienen a buscar un poco lo mismo, que es tener mayor rendimiento tanto en soja como en maíz. “Queremos tener más rinde, ¿que tenés para ofrecerme?” Y ahí siempre decimos lo mismo: vos no podés pensar en sembrar un mismo producto al sur que al norte del país, por eso es que le venimos a proponer algo para cada planteo agronómico que el productor tiene.
-¿Se llevaron algo positivo de esta muestra finalmente?
-Sí, fue algo recontra positivo. Y nuestra idea es el año que viene lanzar la Invasión Stine, que implica llevar a nuestros clientes, a nuestros asesores comerciales, y a nuestros productores target, a vivir con nosotros el Farm Progress. Queremos que conozcan nuestra casa matriz allá y a nuestros diferentes aliados comerciales, como pueden ser John Deere para lo que es maquinaria, o la Universidad de Iowa para todo lo que es investigación. Vamos a invadir Estados Unidos de productores argentinos y brasileros.