Aunque todavía falte un trecho largo para su liberación a campo, el algodón transgénico ya es una realidad en el país. Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) desarrollaron variedades que resisten al peligroso picudo del algodonero, la plaga más dañina del cultivo. Y con razón y justicia, se les infla el pecho.
“Todo comenzó en 2009 con la firma de un convenio de Investigación y Desarrollo con el objetivo de controlar la plaga, el cual fue firmado entre el INTA y cuatro de las provincias algodoneras: Chaco, Formosa, Santa Fe y Santiago del Estero”, relató a Bichos de Campo Dalia Lewi, Investigadora del Instituto de Genética de Inta.
Lewi describió que “iniciamos en laboratorio la adaptación de un sistema de transformación muy complejo que tardamos muchos años en ajustar, pero una vez ajustado, nos permitió introducir las secuencias específicas para combatir el picudo”.
“Todo esto nos permite anunciar dos cosas: que se obtuvieron por primera vez plantas transgénicas de algodón en Argentina, lo que es un hito para la institución y para el país, y que tenemos eventos transgénicos con secuencias específicas para el control del picudo del algodonero”, manifestó con orgullo Lewi, la responsable del modulo de transformación genética de algodón en el convenio entre el INTA y las provincias algodoneras.
Escuchá el reportaje completo a Dalia Lewi:
De acuerdo a la investigadora, “el daño del picudo sobre el algodón se mide de acuerdo al año productivo. En años con sequía el picudo no ataca tanto. Pero en años húmedos ,sí es mayor el daño que ocasiona. Pero también influye el manejo que el productor realice. La recomendación clave es que hay que destruir los rastrojos para cortar los ciclos del picudo del algodonero, y la de evitar que esté activo el insecto cuando se siembre en la siguiente campaña”.
Ver: El INTA desarrolló variedades transgénicas de algodón que resisten al peligroso picudo
La investigadora describió que el logro de secuencias específicas para el control del picudo del algodonero, “se hace a través de una herramienta llamada ARN de transferencia (ARNt) , para silenciar, precisamente, genes del picudo”.
Pero el equipo es más grande que el que trabajó en el laboratorio. Lo que hacen, según Lewi “es abordar el problema del picudo desde diferentes puntos de vista, y así tenemos equipos que hacen eventos transgénicos, otros que estudian cuál es la secuencia específica más efectiva, otros que desarrollan trampas más efectivas para el control del picudo a campo, otros que se encargan de desarrollar hongos entomopatógenos, y otros que trabajan en la Estación Experimental Saénz Peña en Chaco, en el mejoramiento genético del algodón”.
¿Y cuándo estos eventos tecnológicos podrán estar disponibles para los productores? Lewi dijo que “en este momento estamos multiplicando las primeras generaciones que obtuvimos, y una vez que avancemos en esta fase, dentro de uno o dos años, evaluaremos la eficacia de estos eventos a campo”.