El economista Raúl Hermida, director de la Bolsa de Comercio de Córdoba, se enfrascó en el informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en el que por primera vez se hace un análisis sobre la política agropecuaria de la Argentina. Ya hemos hablado de este asunto: en un listado de 52 países desarrollados y en vías de serlo, solo la Argentina y la India aparecen como las únicos que le quitan más recursos a sus productores de los que le aportan. Pero había más tela para cortar, parece.
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Dice Hermida que si bien es conocido el aporte del agro argentino en materia de exportaciones, balanza comercial, generación de divisas, recaudación e incluso como proveedor de alimentos baratos a la población, “muchas veces se subestima su aporte a la generación de valor y el progreso económico y social del país”. Es por eso que se propuso “comparar las transferencias desde y hacia el sector agropecuario argentino con lo que sucede en las principales economías productoras y consumidoras a nivel mundial”. Es lo que hizo justamente el mencionado informe de la OCDE.
Desde 1988, ese bloque de países monitorea y evalúa las políticas agropecuarias de un amplio grupo de países y en su informe anual de 2019 incorporó por primera vez a la Argentina en sus series históricas, publicando los datos anuales correspondientes al período 1997/2018. Son en total 32 años de serie.
En el monitoreo de las políticas agropecuarias la OCDE publica todos los años un indicador denominado Estimador del Soporte Total (TSE) que trata de reflejar cuantitativamente las transferencias que recibe ese sector desde los consumidores, los contribuyentes y otras partidas presupuestarias de los gobiernos. Para un análisis más desagregado también estima el Soporte a los Productores (PSE), los Aportes en Servicios Generales (GSSE) y los Aportes de los Consumidores (CSE). Son los benditos subsidios, que adquieren diversas formas.
“En el período 1997-2018 los dos únicos países que tuvieron un Soporte Total (TSE) negativo, o sea que transfirieron ingresos netos desde el sector agropecuario al sector público y a los consumidores fueron Argentina y la India. Sin embargo, en la India durante los últimos cuatro años, esa situación se revirtió y el sector agropecuario recibió una cifra acumulada de 74,5 mil millones de dólares, mientras que nuestro país continuó transfiriendo recursos desde el sector agropecuario al resto de la economía”, dice el estudio de Hermida que fue publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario.
El caso argentino se destaca por la magnitud de las transferencias cuando se lo compara con los otros 52 países considerados por la OCDE. El sector agropecuario argentino de acuerdo a las estimaciones de la OCDE transfirió en promedio anualmente durante el período 1997-2018 un importe de 92 dólares/habitante/año al conjunto de los consumidores argentinos y 105 dólares/habitantes/año a los contribuyentes.
“O sea que cada argentino recibió en forma directa e indirecta un total en promedio de 197 dólares/habitante/año desde el sector agropecuario por ambos conceptos”, es la conclusión de este trabajo.
“Esta política de transferencia permanente debe ser revisada más allá de la coyuntura actual. Argentina tiene un ingreso per cápita levemente superior al de Brasil y tal como se mencionó anteriormente transfiere desde su sector agropecuario 197 dólares/habitante al resto de la economía, mientras que su socio en el Mercosur aporta al sector 43 dólares/habitante”, aseguró el estudio, que recordó que “en su planeamiento agropecuario Brasil subsidia la tasa de interés de los préstamos otorgados a los productores, en algunos casos establece mecanismos de soporte de precios y financia grandes obras de infraestructura como las instalaciones de ensilaje”.
La conclusión de Hermida es que “continuar aumentando la presión impositiva sobre el sector agropecuario argentino podría tener serias consecuencias negativas en cuanto a las intenciones de siembra en las próximas campañas, la oportunidad de agregar valor a granos y carnes, conservar los recursos naturales y realizar nuevas inversiones en logística y/o comercialización”.