En menos de un año China se transformó en el primer comprador de maíz brasileño para consolidar la integración comercial existente entre ambas naciones y reducir la dependencia de las importaciones agroindustriales estadounidenses.
En los últimos cuatro años China se transformó en un importador estructural de maíz, pero la mayor parte del mismo proviene de EE.UU., país con el cual el gobierno liderado por Xi Jinping mantiene una creciente tensión geopolítica por la cuestión taiwanesa.
Chinese Armed Forces are moving a large number of tanks to an area near Taiwan
It is reported that the largest concentration of PLA armored vehicles and personnel was seen in Fuzhou (the closest port to Taiwan). pic.twitter.com/ieFyxIFQAh
— S p r i n t e r F a c t o r y (@Sprinterfactory) September 8, 2023
En ese marco, el gobierno chino, además de promover mayores compras de productos alternativos –como sorgo y cebada forrajera–, salió a buscar nuevos proveedores de maíz.
El primer candidato fue Brasil, país que, luego de meses de negociaciones, a fines del año pasado finalmente comenzó a exportar maíz a la nación asiática.
Cifras publicadas por la entidad que agrupa a las mayores compañías exportadoras de cereales muestran que en los primeros ocho meses de este año China representó el 20% de los embarques realizados de maíz. Los siguientes destinos en importancia son Japón, Vietnam y Corea del sur.
Con la incorporación de China, más de la mitad del maíz brasileño ahora se exporta a destinos asiáticos, lo que evidencia la creciente complementariedad de las economías latinoamericanas con las pertenecientes al continente más poblado del mundo.
En simultáneo los chinos retomaron negociaciones con la Argentina para sumar a otra nación clave más en el club de proveedores mundiales del cereal. Y este año acordaron un nuevo protocolo para la exportación de maíz y sorgo, aunque por el momento no se realizaron embarques argentinos hacia ese destino.
Foto @rallydasafra