Esta semana se registró en el mercado argentino el segundo canje de insumos por tokens de soja denominados SOYA.
Adecoagro intercambió con la semillera GDM tokens de soja para comprar cultivares de soja y también para abonar regalías extendidas por semillas sembradas en el marco del régimen de “uso propio”.
Una vez recibidos los tokens de soja, la empresa vendedora de insumos pueden liquidarlos de manera inmediata y recibir una transferencia en pesos argentinos, como en un canje tradicional, o bien conservar los tokens en su cuenta de criptoactivos. Para liquidar la operación, la empresa designada es Molinos Agro.
“Contar con el respaldo de tres compañías líderes del agro es un gran impulso para esta red que creamos, donde le permite a los productores adquirir insumos y servicios con intercambio digital, confiable y transparente”, mencionó Eduardo Novillo Astrada, CEO de Agrotoken, la empresa encargada de gestionar los tokens de soja.
A diferencia de los instrumentos digitales especulativos como el Bitcoin, la “tokenización” de la soja permite generar un criptoactivo conocido como “stablecoin”, que recibe ese nombre, precisamente, porque tiene como activo subyacente un bien real y concreto, que en este caso es una tonelada de soja.
La tonelada de soja argentina tokenizada (SOYA) en la plataforma Etherscan tiene un valor de referencia de la soja Rosario disponible del Matba Rofex.
Adecoagro, junto a las firmas agropecuarias El Boyero, La Fe Vieja y Espartina (esta última es liderada por Marcelo Carrique, quien es además presidente del grupo Bioceres), fueron las primeras en tokenizar soja en la Argentina.