Si bien el desastre productivo registrado en la Argentina fue generalizo, la realidad es que se ensañó particularmente con algunas zonas.
La producción argentina de soja 2022/23 es estimada (por el momento) por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en 23 millones de toneladas, un 45% menos que lo obtenido en la campaña anterior.
En el caso del maíz, la producción se proyecta en 32 millones de toneladas, un 37% por debajo de lo obtenido en el ciclo 2021/22. Y la producción de trigo se derrumbó para generar apenas 11,5 millones de toneladas, la mitad de lo generado en la campaña previa.
Por lo tanto, entre los tres principales cultivos producidos en la Argentina la oferta total de granos suma un estimado de 66,5 millones de toneladas, una caída de casi 45% entre campañas. Eso equivale nada menos que a 50 millones de toneladas.
Sin embargo, cuando se analiza el impacto tuvo el “combo” sequía + heladas intensas en las diferentes regiones productivas del país se puede apreciar que ha sido heterogéneo.
La región Centro estaría alcanzando una producción de los tres cultivos de 40,7 millones de toneladas, un recorte de 44,2 millones o de 52% entre campañas. En la región Norte, en cambio, la producción cayó en 1,9 millones de toneladas o un 17% respecto del año previo, mientras que en la región Sur la producción estimada se ubicó en 16,9 millones de toneladas, implicando una baja de 3,9 millones o del 19%.
Es decir que el gran traspié productivo lo tuvo la región Centro como resultado de la histórica sequía combinada con heladas letales que liquidaron a buena parte de los cultivos en las zonas donde se concentran las tierras agrícolas con mayor potencial productivo del país (y por ende las más caras).
“Esto impacta de lleno en la logística de la zona, particularmente en el volumen de mercadería que recibirá el Gran Rosario para exportar como grano o como subproducto luego de su transformación industrial”, indica un informe de la BCR.
A medida que avanza la cosecha argentina de soja las perspectivas empeoran en lugar de mejorar