Las importantes lluvias registradas el fin de semana, además de mejorar la condición de muchos lotes de trigo del sur de la zona pampeana, representan un “seguro” vital contra la restricción hídrica que se viene en camino de la mano de la fase “Niña”.
Entre el 12 y el 14 de noviembre hubo lluvias generalizadas y acumulados que mejoraron significativamente las reservas edáficas desde el sur al norte de la Argentina.
A lo largo del país hubo cuatro focos de lluvias que aportaron más de 45 milímetros. El primera –según indica un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario– estuvo ubicado en un área que comparten La Pampa con Río Negro (puntualmente General Acha registró 57 milímetros).
El segundo se ubicó en el noroeste bonaerense: General Villegas recibió en muy pocas horas más de 90 milímetros que causaron inundaciones en la localidad. El tercero fue para el centro del sur de Santa Fe, con Pujato, por ejemplo, totalizando nada menos que ¡68 milímetros!
Y el cuarto, el más importante de todos, no sólo por el caudal sino porque ocupó un área muy importante de Chaco. En Las Breñas, por ejemplo, se registraron más de 120 milímetros.
El sudoeste bonaerense recibió entre 20 y 40 milímetros, mientras que en el centro-este de la provincia se registraron 15 a 30 milímetros. En el “corazón triguero” del sudeste, en cambio, las lluvias no fueron importantes con unos 14 milímetros en Tandil/Azul, mientras que en Tres Arroyos el aporte fue de 22 milímetros.
Sin embargo, no hubo buenas noticias par todos, porque en el centro de Córdoba hubo escasos aportes: en Bengolea, Hernando, Idiazábal y Colonia Almada hubo registros por debajo de los 8 milímetros.
Los aportes de humedad no podrían ser más oportunos porque International Research Institute for Climate and Society (IRI), organismo dependiente de Columbia Climate School, modelizó que el foco de las restricción hídrica estival en Sudamérica se localizará en el norte de la zona pampeana.
“De acuerdo con las teleconexiones históricas de La Niña, se pronostican altas probabilidades de condiciones más secas en la mayor parte de México, el sur y suroeste de los EE. UU, sudeste de Sudamérica, Medio Oriente, centro-sudoeste de Asia y el noreste de China”, proyectó hoy el IRI.
“Estas probabilidades de precipitación por debajo de lo normal permanecen constantes durante la mayor parte del período de pronóstico (diciembre 2021/febrero 2022), aunque las probabilidades generalmente se reducen de marzo a mayo del año que viene, con la excepción del sudeste de América del Sur y el noreste de México y sudoeste de EE.UU.”, añadió.