Los empresarios agrícolas argentinos siguen optando mayormente por el maíz para generar liquidez debido a que el cereal provee más alternativas comerciales que el resto de los productos.
A partir de la implementación de la segunda versión del régimen del “dólar exportador”, integrado desde mediados de diciembre pasado en una proporción del 80-20%, se negociaron –entre contratos nuevos y fijaciones de contratos anteriores– 4,35 millones de toneladas de maíz según datos de la plataforma Sio Granos relevados por la Bolsa de Comercio de Rosario.
El maíz es el producto con mayor diversidad de compradores, dado que, si bien la demanda principal proviene del sector exportador, cuenta con requerimientos regionales provenientes de numerosas industrias (avícolas, porcinos, tambos, balanceados, bioetanol, molienda seca y húmeda, entre otros).
Si bien en esta época del año lo usual es que la mayor parte de la liquidez provenga de la comercialización de trigo, buena parte de la oferta está siendo almacenada a la espera de mejores alternativas de precios en el transcurso del ciclo comercial 2023/24.
Por ese motivo, las ventas de trigo realizadas desde el pasado 13 de diciembre hasta la actualidad suman “apenas” 2,76 millones de toneladas, según los registros de Sio Granos.
En lo que respecta a la soja, la disponibilidad de mercadería en manos de los productores es muy escasa y la oferta en el mercado recién aparecerá a partir del mes de abril con la cosecha de los primeros lotes de soja de primera.
En cuanto a los demás productos, desde el 13 de diciembre a la fecha las ventas nuevas y fijaciones de cebada (forrajera + cervecera) sumaron 1,10 millones de toneladas, las de girasol 515.641 toneladas y las de sorgo 98,037 toneladas.
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