Luego de varios meses de trabajo intenso que involucró a decenas de sus técnicos e investigadores, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) emitió en las últimas horas un primer informe con recomendaciones concretas para encarar la siembra de maíz en la campaña 2024/25, evitando sufrir los daños que en la campaña pasada provocaron la difusión de la chicharrita y la enfermedad que ésta traslada de lote en lote, el denominado “achaparramiento del maíz”.
Luego de realizar talleres zonales en los meses de mayo y junio, el INTA se decidió por dividir el país agrícola en cuatro grandes zonas, y en base a esa división definió que la mejor estrategia será la de “escalonar” las fechas de siembra de maíz, evitando más al norte la implantación de variedades tempranas de modo de poder hacer un “vacío sanitario” que evite la propagación de la plaga.
En una síntesis, las propuestas de fechas de siembras de maíz para la campaña 2024/25 son para la Zona 1 la concentración de fechas de siembra tardías del 25 diciembre al 15 de enero; para la Zona 2 entre el 25 de noviembre y el 30 de diciembre; para la Zona 3 habrá que esperar el resultado del monitoreo de concentración de la chicharrita; y para la Zona 4 no se sugiere modificación en la decisión de la fecha de siembra.
En el documento hay una descripción más acabada de las recomendaciones para cada zona:
Zona 1 (desde el norte del país hasta 30°S, es decir NOA hasta el norte del litoral, pasando por el Chaco semiárido a húmedo, incluyendo todo el norte de Santa Fe): En estas latitudes el vector puede dejar descendencia viable luego del invierno y puede generar varios ciclos de crecimiento en el verano. Por ello, se recomienda concentrar siembras tardías, entre el 25 de diciembre y el 15 de enero, asegurando el vacío sanitario con un buen control de guachos y evitar siembras tempranas bajo riego, a las que podrían querer optar algunos productores.
La recomendación integra la segura presencia del vector en siembras tempranas y la baja frecuencia de ambientes aptos para esa fecha. Para reducir el impacto económico, en donde serían factibles las siembras tempranas (buenos suelos y recarga de agua que tendrían más frecuencia al este, o bajo riego), se recomienda el doble cultivo, combinando cereal/legumbre de invierno (si el lote es sobre maíz previo hay que considerar la necesidad de controlar, eventualmente, plantas voluntarias), o Girasol, con soja o maíz de segunda, sin exceder el 10 de enero para la siembra de maíz.
Zona 2 (incluye el noroeste de Córdoba-sudoeste de Santiago, el norte de San Luis y Villa Dolores, y en la zona de los Altos, Catamarca, todos ambientes Chaqueños meridionales): Se recomienda para la campaña 2024/25 una estrategia similar a la región norte, el vacío sanitario y la concentración en siembras tardías, en esta región desde fin de noviembre hasta fin de diciembre.
Si bien en secano esta es la ventana normal de siembra en la región, hay una frecuencia relativamente alta de lotes bajo riego en la zona, por lo que será crítico acordar que también siembren en la misma ventana propuesta.
Zona 3 (incluye el centro-sur de Córdoba y Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires): En la campaña 2023/24 el vector aparentemente sobrevivió al invierno y en el verano se observaron altas densidades poblacionales. En el centro de Córdoba y Santa Fe y en Entre Ríos, dada la necesidad local de grano de maíz cosechado temprano, o de silo, que hay ambientes con muy buenos suelos y, que la recarga de los perfiles ha sido buena, la estrategia sugerida es eliminar los guachos que emerjan en invierno y concentrar las siembras tempranas en septiembre.
Si el vector sobrevive al invierno durante esta campaña, sembrar en agosto expondría por más tiempo las etapas vegetativas del cultivo a D. maidis y contribuiría, además, a su crecimiento poblacional.
La siembra en septiembre asegura una implantación suficientemente rápida y más uniforme del cultivo. Demorarse a octubre expondría el cultivo a mayor presión del insecto y favorecería también su crecimiento poblacional. Los cultivos sembrados en esta zona requerirán, además, de un cuidadoso monitoreo del vector, tanto a escala regional (ver abajo), como de lote.
Hacia el sur de esta Zona (sudeste de Córdoba, Sur de Santa Fe y Norte de Buenos Aires) es más probable que también se puedan realizar siembras tardías. Sin embargo, la decisión de complementar la superficie de maíz con esas siembras debe ser posterior a la ventana de siembra de septiembre, y
dependerá de la evolución que se registre en el monitoreo regional del vector durante la primavera. En general, ese monitoreo modula la expansión, hacia la Zona 3, de las recomendaciones de manejo de las zonas lindantes.
Zona 4 (el centro y sur de la región pampeana y el oeste de la franja central): En esta zona la presión del vector y de la enfermedad fue baja en la campaña 2023/2024. Asimismo, es muy improbable que el vector deje descendencia viable luego del invierno, por lo que se recomienda adaptar la siembra a la oferta ambiental y forzantes distintos al achaparramiento. Sin embargo, como estrategia para manejar el riesgo de una incidencia tardía de achaparramiento, en especial al norte de la Zona, conviene priorizar siembras tempranas en ambientes donde podrían lograr resultados económicos competitivos en relación con el esperable normalmente en las tardías.
Por otro lado, el INTA prevé que en la campaña 2024/25, de acuerdo con la necesidad de maíz de cada empresa en las Zonas 3 y 4, es altamente probable que se realicen siembras tempranas en ambientes marginales, donde la siembra tardía había logrado consolidar buenos rendimientos con riesgo aceptable.
Y recomienda: “Para hacer eso conviene ajustar otros componentes de la pirámide tecnológica del cultivo. Elegir híbridos que hayan demostrado estabilidad cuando cae el índice de rendimiento del ambiente (consultar redes de maíz del INTA y otras instituciones). Bajar la densidad a un valor moderado, pero no muy bajo, para aumentar la estabilidad cuando la oferta ambiental es baja, pero a la vez, usar híbridos con buena plasticidad reproductiva, que aumenten el número de granos fijado por planta si el año ofrece condiciones favorables en el período crítico (solicitar esa información al proveedor de cada híbrido)”.
También se sugiere a los productores “adecuar el nivel de nitrógeno disponible, la suma del N mineral medido en el suelo alrededor de la siembra y el agregado en los fertilizantes, adecuándolo a la variabilidad esperable del ambiente”.
“En todas las zonas es muy importante procurar acotar la ventana de siembra a las épocas recomendadas. Dentro de las mismas, es aceptable realizar variaciones para ajustar mejor la fecha al ambiente (poner al final de cada ventana ambientes heladores, cultivos de segunda, menor recarga inicial de agua, etc.) pero, particularmente es crítico evitar demoras por una logística sub-dimensionada, en esta campaña”, finalizó el organismo nacional.
Este es el documento completo:
el_achaparramiento_del_maiz_y_las_decisiones_agricolas_en_argentina_mesatecnicanacional_inta
Alguien podría desarrollar un “envoltorio” para semillas. Debería ser degradable en el corto tiempo y que se pueda aplicar en dos o tres capas para duplicar y triplicar el tiempo de degradación del mismo. De esta forma, se siembra una sola vez y las semillas crecen escalonadas. Habrá algo en el mercado?