En el norte de la provincia de Buenos Aires ya existe una forestoindustria en el corredor industrial Buenos Aires-Rosario, que se abastece de eucaliptos y salicáceas, aunque todavía existen extensas superficies de campos bajos ganaderos con gran potencial forestal que todavía no se dedican a la actividad.
Es por eso que técnicos del INTA apuntan, a través de un consorcio público-privado, desarrollar forestaciones e impulsar la implementación de sistemas silvopastoriles que contribuyan a mitigar el cambio climático y a fijar carbono en el suelo.
“Las existencias ganaderas en esta región norte de Buenos Aires varían entre 700.000 a un millón de cabezas bovinas, según censos, de las cuales el 60%, aproximadamente, corresponden al sistema de cría que provee a gran cantidad de feedlots locales”, expresó Gerardo Mujica, del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA (CIRN).
“Y existen 31 frigoríficos habilitados para exportar a la Unión Europea –en el corredor forestoindustrial Buenos Aires-Rosario- que pueden ser beneficiarios de ganado con bienestar animal o carbono neutro de un sistema silvopastoril”, agregó en este sentido el experto.
Como parte de la estrategia institucional, en 2017 comenzó un trabajo de cooperación que luego derivó en el convenio “INTA-La Negra SA- Comercio y Desarrollo SA”, del que también participan la empresa de servicios veterinarios Sincrovac SRL y el laboratorio Azul Diagnóstico S.A. Juntos comenzaron a barajar proyectos que den lugar a alternativas productivas.
Además de estas empresas participan cinco institutos de investigación del INTA (Instituto de Recursos Biológicos, Instituto de Biotecnología, Instituto de Patobiología, Instituto de Clima y Agua e Instituto de Suelos), la cátedra de Agroclimatología de la Facultad de Ciencias Agrarias, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora; la Cátedra de Genética de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, de la Universidad Nacional de La Plata, y la Estación Experimental Agropecuaria Concordia, en Entre Ríos, entre otras.
“Todos estos actores están trabajando de manera integrada e innovadora en una visión estratégica de desarrollo en la cuenca foresto industrial de la Pampa Ondulada, y también con un ojo en la exportación de carne caracterizada por el confort, el Bienestar Animal y el Carbono Neutral”, indicó Pablo Mercuri, director del CIRN.
El enfoque tecnológico apunta al desarrollo regional, contemplando las características propias de los campos con aptitud ganadera de los municipios de Chacabuco, Chivilcoy, Carmen de Areco, Suipacha y la cadena foresto-industrial en el corredor industrial Buenos Aires–Rosario.
“Producir proteína de origen animal con la implementación de sistemas silvopastoriles, con eucaliptus de genética INTA mejorada, permite diversificar la producción generando mayor mano de obra y fijar carbono en un contexto de cambio climático. Esta unidad de investigación y demostrativa a la vez, permitirá que los productores ganaderos encuentren las respuestas que necesitan para iniciarse en el sistema silvopastoril”, dijo por su parte Pablo Peri, coordinador del Programa Forestal del INTA.
Pero eso no es todo, para los especialistas esto también tendría otras consecuencias económicas como el desarrollo de pequeños emprendimientos madereros.
“Acá hay una posibilidad, en la medida que se genere madera, de generar pequeños aserraderos, fábricas de muebles a nivel local, con mano de obra local y muy cerca de los grandes centros de consumo”, señaló Ángel Rossi, presidente de La Negra S.A.
En sintonía con esto, día atrás en una recorrida por esa localidad Pablo Pathauer, especialista del Instituto de Recursos Biológicos del CIRN y referente del Programa de Mejoramiento genético de Eucaliptus Templados del INTA, detalló: “Desde 2017 a la fecha se instalaron en distintos ambientes representativos de la región, tres ensayos con materiales inscriptos de Salicáceas y siete ensayos genéticos de Eucalyptus donde se evalúan distintas especies y más de 40 clones, 30 de ellos, híbridos experimentales”.
“Se instalaron, además, ensayos de densidad de plantación y parcelas permanentes en lotes operacionales de clones comerciales de Eucalyptus”, agregó Pathauer.
Fuente: INTA