Hace un par de meses comenzaron a apilarse los telegramas de renuncia de empleados con reserva de puestos de trabajo en el sector del arándano, que está por comenzar a pleno la cosecha. Cuando estos trabajadores zafreros vieron que la ANSES no les otorgaría el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) por figurar en condición de trabajadores activos, optaron por no arriesgarse.
Este escenario puede parecer extraño si no se conoce que las cosechas de arándanos duran pocos meses y que el grueso de los trabajadores, en su mayoría mujeres, solo es contratado de forma temporal entre agosto y noviembre. “Esta producción es estacional. Por dos o tres meses activos (estos trabajadores) se veían impedidos de calificar para el IFE”, explicó a Bichos de Campo Alejandro Pannunzio, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos (APAMA)
A través de un breve comunicado, la asociación denunció a principios de esta semana que peligran 12 mil puestos de trabajo en el sector, con mucha presencia en Tucumán y en el norte de Entre Ríos, y que esto atenta contra el registro formal de los trabajadores.
La campaña de cosecha que comenzó hace seis semanas con las variedades tempranas está por llegar a su pico más alto. “Cuando uno comienza a organizar los grupos de trabajo para octubre y noviembre la gente dice ‘no me voy a registrar’”, comentó preocupado Pannunzio.
Ante este escenario, APAMA comenzó a agitar el avispero y consiguió línea directa con la diputada Mayda Cresto, de Entre Ríos. La ciudad de Concordia es allí uno de los epicentros de esta economía regional y por ello la legisladora presentó un proyecto de ley que lleva la firma de otros 16 diputados. En el se pide la continuidad del IFE para los trabajadores temporarios de las economías regionales.
Ya a comienzos de este año, Pannunzio se reunió con el Ministro de Agricultura, Luis Basterra, para discutir la asignación de prestaciones sociales y las demoras que hay para asignar un nuevo plan, cuando el trabajador cambia de estado activo a inactivo. “Son trabajadores que no pueden esperar unos meses”, dijo. Con el comienzo de la pandemia el panorama se agravó.
El 45% de esta producción está centrado en el NEA, en las provincias de Entre Ríos y Corrientes. El otro 45% está en el NOA, con centro en Tucumán y actividades en Catamarca y el sur de Salta. El resto de la actividad está en el norte de Buenos Aires. Las exportaciones ya comenzaron con destino a Grecia y Suecia y luego se ampliarán hacia el resto de los mercados: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Noruega, Finlandia, entre otros países.