En las últimas dos campañas la dinámica de precios del maíz temprano se divorció de manera sustancial del cereal de siembra tardía en línea con un incremento de la siembra de este último.
Hasta el momento se sembró un 21% del área nacional prevista de maíz para esta campaña 2021/22, que es de 7,1 millones de hectáreas, según datos informados hoy por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Pero este año, al igual que el anterior, se disparó la brecha entre los precios del maíz temprano respecto del tardío. En base a los precios ofrecidos en el mercado físico de granos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), tomando los precios ofrecidos para entrega en abril como indicativos del temprano y en julio del tardío, se puede apreciar que la brecha entre ambos segmentos se encuentra en niveles máximos históricos.
No es casual que ese fenómeno se registre en dos campañas marcadas por el fenómeno ENSO Niña, el cual suele promover precipitaciones menores a las normales en el período crítico de formación de rendimientos del maíz temprano.
Sin embargo, más allá de ese factor coyuntural climático, en muchas zonas el maíz tardío se terminó imponiendo por sobre el temprano porque cuenta con un paquete tecnológico que permite reducir la variabilidad de rindes.
Al analizar la brecha entre los contratos de futuros del Matba Rofex, tomando el contrato de Maíz Rosario en abril y julio de cada año como indicativos de los precios del cultivo temprano y tardío respectivamente, puede verse también que el diferencial de precios en favor del maíz temprano ha estado este año en niveles máximos para el momento del año en relación con años anteriores.
Sin embargo, para lo que va de la campaña 2021/22 el diferencial aún no ha superado el máximo que registró el maíz 2020/21 a principios de enero del corriente año, cuando la brecha entre los contratos de futuros llegó a superar los 20,5 u$s/tonelada.