Buenas noticias. Pero no tan buenas. El gobierno argentino de Alberto Fernández llegó a un “entendimiento” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) orientado a resolver la enorme deuda que la nación mantiene con el organismo.
Se trata solamente de un acercamiento inicial porque la clave será el documento oficial a través del cual se establecerán los compromisos asumidos por el Estado argentino, los cuales deberán ser validados por el Congreso.
Sin embargo, la declaración formal difundida este mediodía por el FMI permite advertir algunos trazos del borrador del acuerdo que, por cierto, no constituyen un panorama favorable para el vapuleado sector privado argentino.
IMF staff and Argentine authorities reach an understanding on key policies as part of ongoing discussions of an IMF-supported program. Work towards a reaching Staff-Level Agreement will continue, with final agreement on a program arrangement subject to IMF’s Exec. Board approval. pic.twitter.com/1CYcREoWXI
— IMF (@IMFNews) January 28, 2022
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas acordaron la ruta de consolidación fiscal que constituirá un ancla de política clave del programa. La senda fiscal acordada mejoraría de manera gradual y sostenible las finanzas públicas y reduciría el financiamiento monetario”, indica la declaración del FMI.
“Es importante destacar que también permitiría aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología, y protegería programas sociales específicos. Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”, añade.
Es decir que no se “tocarían” las partidas de obra pública y programa sociales, pero se aplicaría una reducción sustancial de los subsidios energético, lo que se traduciría en un alza considerable de las tarifas de electricidad y gas.
El proyecto de presupuesto 2022 de la Administración Pública Nacional elaborado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, precisamente contemplaba para el presente año un monto de 873.397 millones de pesos para subsidios energéticos, una cifra nominal 1% menor a la del ejercicio 2021, algo que en términos reales implicaría una reducción importante si se considera una inflación prevista (en el mejor escenario) del orden del 60% para 2022.
En otras palabras: el FMI avala que el ajuste caiga sobre las “espaldas” del sector privado, lo que representa una pésima noticia para las economías regionales que dependen del uso intensivo de energía eléctrica –como es el caso, por ejemplo, del arroz, las vides o los olivos–, y también para las empresas agroindustriales que realizan un uso intensivo de gas natural.
“Hemos llegado a un entendimiento sobre un marco para la implementación de la política monetaria como parte de un enfoque múltiple para abordar la alta inflación persistente. Este marco tiene como objetivo generar tasas de interés reales positivas para respaldar el financiamiento interno y fortalecer la estabilidad”, advierte el comunicado del FMI.
El término “tasas de interés reales positivas” implica tasas de interés mucho más elevadas que las actuales, lo que implica que el crédito destinado al sector privado sería mucho más oneroso e inaccesible.
En la misma línea que el FMI, el presidente Alberto Fernández emitió un comunicado en el cual destaca que “el gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional” que “no nos condiciona” y por el cual “podremos ejercer nuestra soberanía y llevar adelante nuestra política de crecimiento, desarrollo y justicia social”. Está claro que se está refiriendo a los recursos gestionados por el Estado nacional.
El costo siempre cae sobre los mismos , basta , quiero ver el esfuerzo de la casta politica, el achique del estado es fundamental comenzarlo desde alli , los boludos que pagamos impuestos somos siempre los mismos hasta que empecemos a no pagar , a eso nos estan llevando .