Fernando Orecchia es un ingeniero agrónomo de Córdoba que se ha especializado desde hace años en el monitoreo y control de plagas. En ese rol, viene investigando los cada vez más frecuentes casos de resistencias que van adquiriendo los insectos a diversos agroquímicos para combatirlos. Últimamente llevaba adelante un ensayo buscando soluciones agronómicas para la “isoca de la punta de la espiga”, que es una plaga muy problemática de controlar, porque ataca al maíz en los últimos estadíos, con la mazorca ya formada y las plantas de gran tamaño, cuando es imposible meter una máquina pulverizadora en los campos cultivados
En eso estaba trabajando esta campaña 2023/23 cuando de repente apareció en el horizonte (literalmente) la chicharrita, un pequeño insecto que viene bajando del norte y que porta consigo una bacteria llamada Spiroplasma, que introduce otra enfermedad en los cultivos, el achaparramiento del maíz. Después de un ataque, dependiendo de las condiciones ambientales y el desarrollo del cultivo, los rindes del maíz caen de modo considerable, a punto tal que las Bolsas de Cereales estiman ya que se ha perdido cerca de 10 millones de toneladas.
“Las estrategias de manejo de plagas son muchas más de las que uno cree. El control químico es una. Después hay un montón de estrategias de labores culturales, de fecha de siembra para escapar al momento pico de una plaga; de manejo con biotecnología. Todas esas maneras son importantes”, dice Orecchia sobre su especialidad, que es el monitoreo para hacer un diagnóstico y aconsejar un remedio contra los ataques de insectos a los cultivos.
-Houston, estamos en problemas, porque este año no vimos venir la chicharrita…
-Bueno, efectivamente. Ahí hay que entender algo: las tecnologías controlan algunas plagas, no todas. La chicharrita es la vedette del momento por varias razones. Avanzó muchísimo en toda la zona de producción de maíz, generando daños muy significativos. La verdad es que nos ha ido sorprendiendo.
-¿Y qué hacemos?
-Todos lo que estamos participando de una manera u otra en agricultura estamos diseñando o planificando la próxima campaña. El que te diga que tiene el manejo para frenar la chicharrita definido es mentira. Nadie -absolutamente nadie- tiene definido cómo vamos a manejar esta plaga. Lo que sí te puedo decir que hay herramientas que son mucho más eficientes.
Mirá la entrevista con Fernando Orecchia:
Aquí viene el caso del ensayo que estaba realizando Orecchia en un lote de maíz. “Básicamente yo lo que hice esta campaña fue un plan de manejo de plagas en cultivo de maíz. Este plan se planificó en el invierno pasado y arrancó en septiembre/octubre con la siembra de maíces temprano”. La chicharra ni se mencionaba.
-Según las crónicas periodísticas, recién comenzó a ser mencionada en febrero.
-Exactamente. Entonces, nosotros diseñamos ese plan de manejo de plagas de maíz en base al AccuRail (el dispositivo creado en Córdoba que se monta sobre los pivotes de riego y permite utilizarlos con otros fines, como fertilizar o aplicar agroquímicos). Va montado sobre el pivote de riego, con el cual va siguiendo el crecimiento del cultivo, ya que tiene un sistema de elevación para lograr llegar al objetivo que puede ser una plaga u otra cosa.
-¿Así que vos investigabas si ese nuevo dispositivo servía en efecto para el control de plagas?
-Cuando este programa arranca, el objetivo principal era controlar una situación particular que es la de la oruga de punta de espiga. Es una oruga que es considerada una plaga secundaria, pero en realidad interesa mucho a todos, pero en particular a los productores de semilla. ¿Por qué? Porque, bueno, la oruga se ubica en el tercio superior y puede consumir hasta un 5% de la espiga. Ingresa por la punta del choclo.
-¿Por ahí se introduce en el cultivo?
-Esa oruga, aparte de generar el daño directo con el consumo de granos, que puede llegar al 5% si las condiciones ambientales de esa campaña son húmedas, puede tener un daño biológico, porque es la vía de entrada de un montón de hongos, el gorgojo, algunos otros insectos.
-Vos tratabas de enfrentar entonces esa plaga…
–Hoy estoy hablando puntualmente de plagas, porque parece que fue el año de las plagas, pero entremedio hicimos todas las aplicaciones en relación al manejo de la nutrición del cultivo de maíz, al manejo de malezas. El equipo aparte nos permitió trabajar por zonas toda la parte nutricional. Hicimos todo el manejo del cultivo desde el arranque con el AccuRail. Primero hicimos un mapeo del lote para ver la heterogeneidad del suelo y en base a eso fuimos haciendo una fertilización diferenciada dentro del lote, cubriendo la necesidad de cada sector. Lo que pasa es que después vinieron las plagas y nos comenzaron a alterar el plan original.
-¿Ahí fue que apareció la chicharrita?
-Una de las grandes ventajas que tuvimos al usar el AccuRail para el control de la Isoca fue que pasemos a la bendita chicharra y logramos muy buenos controles. Primero porque es única máquina que te permite entrar o pulverizar un cultivo en completo desarrollo. Necesitás primero poder entrar al lote. En el caso de este lote tenía dos metros de planta, o sea, la única forma de entrar eficientemente era con este sistema. La verdad que la aplicación fue excelente.
-¿Por eso no hubo un buen control de esta plaga? ¿Porque al atacar la chicharrita al cultivo en un estadío tan avanzado, no había manera física de llegar a la defensa?
-Efectivamente. O sea, el éxito de un control químico de plagas es poder llegar al lugar en el momento justo. Ahí hay otra gran ventaja, ya que la distancia entre que uno decide la aplicación y aplica es prácticamente cero. Si yo tengo que buscar una pulverizadora que esté disponible, o si está lloviendo y no tengo condiciones para poder entrar al lote con un autopropulsado. En este caso de la oruga, en el momento que el monitoreo detectó la plaga, cuando la identifico, tengo dos o tres días antes de que esa oruga nazca y ese es el momento (para la aplicación), porque entre que nace y se mete hay muy poco tiempo. Esa es la oportunidad de control que yo tengo. Entonces en ese momento yo tengo que llegar con la gota, con el insecticida.
-Pero para chicharrita no todos los insecticidas sirven, ¿o no?
-Cuando alguien planifica un control químico, lo primero que se pregunta es qué producto y qué dosis. La verdad que para mí es lo último que hay que pensar, porque si yo logro llegar con la gota al insecto, lo voy a controlar prácticamente con un montón de principios activos. El tema es llegar. Por eso digo que el ensayo fue exitoso. Frente a esta oruga los controles se hicieron en un estadío tardío del maíz.
-¿Y con la chicharrita?
-La verdad que cuando comenzó este proyecto no teníamos ni idea de la chicharra y a medida que fuimos avanzando en el cultivo en el norte de San Luis -para que nos ubiquemos la latitud más o menos de Río Cuarto- cuando la detectamos ya estaba masivamente instalada en los cultivos y las poblaciones eran muy significativas. Entonces dijimos: entre medio podemos ir aprendiendo sobre esta plaga. Vamos a estudiar cómo es su ciclo biológico, cómo desarrolla, cómo, dónde se ubica dentro del cultivo.
-No había mucha literatura sobre chicharrita…
-Fuimos un poco estudiando toda la información que bajaba. ¿De quién? De Brasil. Fue el que primero tuvo esto del 2015. Vienen renegando con esto. Entonces lo primero que que nos enfocamos fue en en en estudiar un poco el ciclo y después ir al lote. En el lote la teníamos presente, estaba minado de chicharra, como prácticamente todo el país. Entonces comenzamos a probar aplicaciones. La bibliografía brasilera dice que los controles más eficientes son sobre las ninfas que están fijas en el cultivo, o los estadios juveniles que después van a generar las poblaciones siguientes. Cuando voy a mi monitoreo en un cultivo de dos metros de altura, reviso donde están ubicadas las ninfas. Estaban en las hojas del tercio medio y basal, y para peor, en el envés. Todas ubicadas ahí. Entonces volvemos a lo mismo: acá lo importante es llegar con el producto hacia allá abajo. ¿Y cómo llego con el producto? Bueno ahí es cuando AccuRail anduvo muy bien.
-¿Entonces con chicharrita lo más importante no es con qué pulverizar sino el cómo?
-Donde apuntar. El cómo y el cuándo. Nosotros hicimos prueba y también bajamos la población de adultos, pero básicamente se trata de ver cómo llegamos allá abajo. Lo último es qué aplico. Hay un montón de productos y seguro va a haber uno más eficiente que otro. Pero básicamente el monitoreo me da que tenía que llegar a estrato basal en un maíz de dos metros. La verdad es que hicimos las aplicaciones y tarjeteamos. La llegada que tuvimos en estrato basal con los productos fue impresionante y bajamos la población de ese lote, yo te diría en un 80% con una sola aplicación.
-¿Cuál es el movimiento en el dispositivo montado al pivote que permite que la gota llegue tan abajo?
-Primero que la barra mantiene un paralelismo en relación al cultivo, que no lo mantiene ningún otro implemento agrícolas.- Imagínate un autopropulsada o un pulverizador de arrastre. Tiene su movimiento, lo que hace que la gota en un momento vaya al cielo y en otro momento vaya al suelo. En este caso el paralelismo es permanente, digamos con la canopia o el objetivo. Hay otra gran cuestión que estamos detectando, que es que a mayor caudal los controles son más eficientes, simplemente porque estamos llegando con más cantidad de gotas a los objetivos, que eran los estratos basales. Luego está la velocidad con lo cual se hace la aplicación. Es muy lenta. Entonces va directo al cultivo. Cuando el pivote va a tres kilómetros por hora, la velocidad es lenta y eso permite que la aspersión sea casi localizada arriba de la planta. Entonces se logra una cantidad de impactos impresionante.
-¿Estás como medio relajado ahora para la campaña que viene no? Chicharrita, vení que acá que te espero.
-No, no te diría que estoy del todo relajado. Lo que sí te puedo decir que en nuestra área, entre los colegas agrónomos, todos lo que participamos en la producción agropecuaria, se escucha mucho que se va a dejar de hacer maíz. Pareciera como que no dimensionamos la importancia del cultivo de maíz para el país. Porque es parte de una cadena de alimentos. El maíz participa en la cadena avícola, en vacunos, en cerdo, también se hace biocombustible. Y es parte además de la rotación de cultivos necesaria para la conservación del suelos. Y estamos diciendo que vamos a dejar de hacer maíz así como si nada, porque le tenemos miedo a una plaga.
-No estás relajado, pero tampoco le tenés miedo.
-Si no estábamos preparados, creo que si tendría miedo. Si no hago nada, si encaro la campaña que viene igual de cómo encare esta, tendría miedo. Pero sé que esto (por el dispositivo) nos va a permitir armar estrategias de manejo, y tener bien preparada la parte de control químico en las labores culturales. Hoy se está estudiando cuáles. Pero concentrar la fecha de siembra es una de las medidas más importantes. Entonces bueno, preparémonos. No vayamos por la fácil: “Dejemos de hacer maíz”, porque a la larga nos va a pegar y mucho.