La notica aquí es que Francisco José Echarren, ex intendente de Castelli y titular de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) desde que Sergio Massa se convirtió un año atrás en el hombre fuerte de un gobierno en retirada, dictó finalmente la reglamentación de la ley de promoción de la industria del Cannabis medicinal y el cáñamo industrial. En el tramo final del gobierno de Alberto y Cristina, la falta de esta normativa trababa el desarrollo de muchos emprendimientos productivos, a lo largo de todo el país.
Echarren era la figura más criticada por la comunidad cannábica argentina que no comprendía muy bien por qué razón un gobierno que hizo de la legalización parcial de este cultivo una de sus banderas, sobre todo a lo largo de la gestión de Matías Kulfas, había desistido de dar el paso final, la reglamentación del la ley 27.669, que habilitó la siembra de cannabis tanto para la producción de aceite medicinal com para otros usos industriales.
Finalmente este lunes, a través del decreto 405/2023, la plana mayor del gobierno aprobó esta reglamentación, cuya demora que venía trabando las posibilidades de comercializar la producción local de aceite medicinal, al punto tal que privilegiaba la importación del producto por sobre los proyectos productivos locales, muchos impulsados por las provincias y organismos públicos. Como suele suceder con los políticos, Echarren festejó el año de tiempo que retardó la historia del cannabis en la Argentina.
Fueron meses de muchísimo trabajo, equilibrio, complejidad, pero junto a un gran equipo y la decisión política del ministro @SergioMassa se pudo lograr.
¡Histórico para la Argentina! 🇦🇷🌱
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— Francisco Echarren (@EcharrenF) August 6, 2023
Este nueva reglamentación, en definitiva, “tiene por objeto establecer la cadena de producción y comercialización nacional y/o con fines de exportación de la Planta de Cannabis, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial, promoviendo así el desarrollo nacional de la cadena productiva sectorial”, dice el decreto.
Luego destaca que “el avance gradual hacia la legalización del uso medicinal, terapéutico y paliativo del cannabis, como así también la reconsideración del potencial del Cáñamo Industrial ha dado lugar al surgimiento de una industria dinámica que involucra iniciativas del sector público, privado y de organizaciones de la sociedad civil”.
Y considera que “nuestro país posee claras ventajas comparativas para el desarrollo del Cannabis Medicinal e Industrial, por las capacidades científicas y tecnológicas en materia agrícola e industrial, así como las propicias condiciones climáticas y de suelo del territorio nacional”.
Este es el nuevo reglamento aprobado:
anexo_6930541_1“La producción e industrialización nacional del Cannabis permitirá garantizar un acceso universal a sus derivados medicinales para las personas beneficiarias del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales creado por el artículo 2° de la Ley 27.350”, define el decreto tan esperado por la comunidad cannábico local, que re realizó cuantiosas inversiones para producir la planta y levantar laboratorios costosos para extraer su cotizado aceite, pero que por falta de una reglamentación específica no podía comenzar a producir a pleno.
El decreto ahora faculta a la Agencia Regulatoria que Sergio Massa asignó a un intendente aliado como un botín político, la ARICCAME, “para que, en el ámbito de sus respectivas competencias, dicte las normas aclaratorias o complementarias para la efectiva aplicación de la Reglamentación que se aprueba por el presente decreto”. Esperemos que esto suceda antes de diciembre y el cambio de gobierno. A ver si dejan algo completo.