La tercera edición del régimen cambiario especial del “dólar soja”, si bien tiene cuatro semanas más por delante, generó muchas menos divisas de las que pensaba contar el gobierno argentino para esta fecha.
Las compañías agroindustriales ingresaron en las tres primeras semanas de vigencia del “dólar soja 3” un total de 1605 millones de dólares, una cifra acorde a la realidad del negocio agrícola argentino, pero insuficiente para contener la crisis cambiaria presente en el mercado.
Esa cifra es equivalente a una suma de 4,794 millones de toneladas de soja valorizada a 100.429 $/tonelada, que es el valor promedio aritmético de la soja negociada con “precio hecho” desde el inicio del régimen cambiario hasta la actualidad.
La plataforma Sio Granos muestra que desde el comienzo del “dólar soja 3” hasta el presente se negociaron 2,227 millones de toneladas de soja en el mercado disponible, de las cuales más de un tercio no tiene “precio hecho” (son operaciones de compraventa o canje con “precio a fijar”).
Eso implica que, con los precios negociados hasta el momento, la exportación y la industria deberían aún originar unas 2,50 millones de toneladas de soja con los pesos obtenidos al tipo de cambio especial de 300 $/u$s para poder “empalmar” divisas adelantadas con compras efectivas de grano.
Para reducir esa brecha enorme, esta semana se habilitó la posibilidad de incorporar al programa cambiario tres nuevos productos: girasol, cebada forrajera y sorgo. Con esa ampliación, las compañías agroindustriales podrán acelerar la reducción del “saldo cambiario” a favor, pero eso, obviamente, no garantiza un aumento del ingreso de divisas en lo sucesivo.
Si bien el programa cambiario finaliza el próximo 31 de mayo, está claro a esta altura que el “dólar soja 3” fracasó en términos de las expectativas que tenía el equipo económico del gobierno, que esperaba un volumen mucho más significativo, aunque, tal como anticipó Bichos de Campo, eso resulta difícil en la actual coyuntura.
La escasa cosecha disponible, la incertidumbre respecto del costo de los insumos y servicios necesarios para encarar la campaña agrícola 2023/24 y la inestabilidad cambiaria hacen que las ventas de granos se realicen con el único propósito de obtener liquidez para cumplir con compromisos inmediatos.
A medida que avanza la cosecha argentina de soja las perspectivas empeoran en lugar de mejorar
El “dólar soja” consiste en un mecanismo a través del cual los exportadores de poroto, harina y aceite de soja, además de biodiésel (que se elabora con aceite de soja), aceptan ingresar divisas al país a un tipo de cambio superior al oficial.
Eso implica que no necesariamente debe haber correspondencia entre las divisas ingresadas con las compras realizadas, aunque los pesos obtenidos al ingresar los dólares a un tipo de cambio especial de 300 $/u$s deben obligatoriamente emplearse para adquirir soja antes de la finalización del “dólar soja 3” el próximo 31 de mayo.