¿El terrible accidente ocurrido días atrás en Ohio, uno de los estados agrícolas más importantes de EE.UU., podría llegar a tener impacto en los mecanismos de formación de precios de la soja y el maíz originados en esa nación? ¿Podrían los importadores comenzar a solicitar certificados de granos libres de algunos de los compuestos tóxicos liberados en el ambiente?
Tales preguntas comenzaron a correr en los últimos días en el ámbito agroindustrial tanto estadounidense como internacional, especialmente porque el gobierno de EE.UU. no parece estar ofreciendo garantías de información transparente sobre lo sucedido en Ohio.
Lo que se sabe hasta el momento es que el pasado 3 de febrero un tren de carga se salió de las vías y provocó un gran incendio que obligó a los habitantes del pueblo de East Palestine, Ohio, a evacuar la zona.
🇺🇸 | Los internautas cuestionan a los grandes medios de comunicación por el silencio mediático en relación al derrame químico de cloruro de vinilo a la atmósfera en Ohio, Estados Unidos. Una sustancia altamente contaminante y cancerígena que podría dejar inhabitable la región. pic.twitter.com/S0eydjCRzc
— Mundo en Conflicto 🌎 (@MundoEConflicto) February 14, 2023
Muchos de los vagones que quedaron destrozados por el accidente trasladaban sustancias químicas tóxicas, tales como acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y cloruro de vinilo; este último es un gas peligroso con potenciales efectos cancerígenos.
La quema de las sustancias tras el accidente provocó una tremenda nube de humo negra que se conoció gracias a los registros difundidos en redes sociales, dado que la información oficial fue por demás insuficiente. Incluso se evidenciaron situaciones irregulares, como la detención policial –sin motivo alguno– del periodista Evan Lambert, del medio NewsNation (Chicago), quien se encontraba en el lugar para cubrir la tragedia.
Ayer martes la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) por sus siglas en inglés indicó que suspendió en la zona el monitoreo del aire para determinar la presencia de fosgeno y cloruro de hidrógeno, ya que, según consideró, esa amenaza está descartada, aunque aclaró que “continuará monitoreando el aire de la comunidad las 24 horas del día para detectar otras sustancias químicas preocupantes”.
The same federal gov’t that told you the vaccine was “safe and effective” are now saying the air and water are clean in Ohio pic.twitter.com/d1oJUZgN9t
— DC_Draino (@DC_Draino) February 15, 2023
Este miércoles simplemente indicó que sigue realizando monitoreos de pozos de agua potable –sin mencionar ningún dato al respecto– y que se garantiza la distribución de agua potable embotellada a la gente de la zona afectada. Nada muy tranquilizador.
Ohio, uno de los estados con integran la región del Medio Oeste de EE.UU. (equivalente a la región pampeana en la Argentina), es un gran productor de soja y maíz. La dispersión de gases tóxicos podría eventualmente haber tomado contacto con las partidas de granos remanentes en la zona, mientras que la contaminación de la napa freática podría quizás afectar la producción de granos de la nueva campaña 2023/24.
Hasta tanto no haya evidencia científica oficial válida que permita descartar por completo tales riesgos, los compradores tanto internos como externos podrían comenzar a exigir certificados de bioseguridad, con los análisis correspondientes, para garantizar la inocuidad de los granos.
Ohio produces a lot of Corn, Soybeans, and other crops that get into all our food. Can you speak to river, crop, groundwater and atmospheric dispersal far beyond the directly affected area and how quickly the various compounds break down? I don’t know the chemistry/biology. Thx. https://t.co/UndYbco3KI
— Eric Weinstein (@EricRWeinstein) February 14, 2023