La situación climática sudamericana sigue siendo el principal factor sobre el cual se sostiene la firmeza de los precios de los contratos futuros de poroto y harina de soja en el CME Group (“Chicago”).
Una inédita helada temprana en el verano argentino afectó gran parte del área de soja y maíz en la zona pampeana, lo que seguramente obligará a reducir las proyecciones de cosecha para este ciclo 2022/23, que ya venían siendo recortadas a causa de una severa sequía.
La mayor parte de los maíces y sojas tardíos presentes en las zonas afectadas por la helada temprana se encuentra en pleno período crítico de floración, lo que podría impactar en los rendimientos previstos de ambos cultivos.
En 25 años de agricultor nunca me gustó quejarme ni llorar por las adversidades climáticas. Si querés jugar a esto, tenés que conocer el reglamento a la perfección. Una helada de esta magnitud un 18/02 es un cambio en las reglas de juego. Las pone la naturaleza… pic.twitter.com/jqN0vti8Rz
— Gustavo Martini (@gedeeme) February 21, 2023
En otro orden, la consultora brasileña AgRural proyectó que Brasil tendría una cosecha de soja 2022/23 de 150,9 millones de toneladas versus 152,8 millones previstos por el organismo oficial Conab.
Precipitaciones excesivas durante el período de recolección del cultivo provocaron pérdidas en algunas regiones agrícolas brasileñas, además de problemas de calidad de la soja cosechada.
Si bien, más allá de los problemas puntuales experimentados, Brasil tendrá de todas maneras un cosechón de soja, en la actual coyuntura cada tonelada cuenta porque el balance de oferta y demanda de soja en EE.UU. no “cierra” a pesar de los “maquillajes” estadísticos realizados por funcionarios del USDA.
Los precios de la soja en EE.UU. no tienen otra alternativa que seguir firmes para evitar que la demanda internacional acelere compras en ese origen y ponga en riesgo el “empalme” de la campaña actual con la 2023/14 que comienza en el próximo mes de septiembre.