La gravedad que presenta la expansión Dalbulus maidis, insecto vector del achaparramiento del maíz (Spiroplasma kunkelii), requiere esfuerzos coordinados para poder controlar a la población de una plaga que atacó al cultivo con una fiereza inesperada en la presente campaña.
Tal fue la conclusión de un panel de expertos que participaron de una jornada en formato virtual organizada esta semana por la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y el Proyecto Plagas CREA.
“El año pasado Dalbulus fue la plaga principal en el nodo Litoral de Aapresid (centro-norte de Santa Fe y Entre Ríos), lo que nos llamó la atención. Y Spriroplasma se presentó como la segunda enfermedad más relevante en la zona”, explicó Juan Cruz Tibaldi de REM-Aapresid.
La sorpresa en la presente campaña que es que los sitios San Justo, Rafaela y Paraná de la red de evaluación de híbridos de maíz tardío de Aapresid registraron una elevada prevalencia de Spiroplasma.
“La enfermedad pone en jaque a la producción de maíz tardío, que resulta un componente central de la rotación agrícola en la región del NOA”, remarcó Lucas Cazado, coordinador del Proyecto Plagas CREA, en un artículo publicado por Contenidos CREA.
CREA incorporó recientemente en su encuesta nacional preguntas relativas a la detección Dalbulus maidis y control de Spiroplasma con el propósito de poder confeccionar un mapa de situación del problema a nivel nacional.
“Los empresarios y técnicos agrícolas por su cuenta no van a poder hacer frente a una plaga tan agresiva: se van a requerir acciones coordinadas entre lo público y lo privado”, manifestó Lucas.
En la misma línea, Carlos Grosso de la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE) coincidió en la necesidad de articular acciones e instrumentar una de red de trabajo interdisciplinario en la materia.
“La acciones que se hagan de manera individual muchas veces no van a alcanzar; se requieren esfuerzos coordinados a nivel regional. Lo podemos comparar con el dengue: si alguien hace todo bien pero el entorno no contribuye, entonces las probabilidades de contraer la enfermedad siguen siendo elevadas”, resaltó.
El directivo de AAPPCE indicó que esa institución está terminando de elaborar un protocolo para medir prevalencia de la plaga e incidencia de la enfermedad en maíz, el cual estará disponible a la brevedad.