El aumento de la presión demográfica es uno de los factores –entre muchos otros– que explican las crecientes tensiones entre la producción agropecuaria y la población de ciudades localizadas en ámbitos rurales.
Observar tal crecimiento en un período de treinta años por medio de imágenes satelitales permite evidenciar el impacto geográfico de ese fenómeno, el cual derivó, por ejemplo, en diferentes conflictos relacionados con las aplicaciones de fitosanitarios.
Eso ahora es posible gracias Google Earth Timelapse, una iniciativa de Google en base datos aportados por los satélites Landsat (Servicio Geológico de EE.UU. y NASA) y Sentinel (Agencia Espacial Europea).
En el período 1988/2018 la población argentina creció de 31 a 44 millones de habitantes (+42%), al tiempo que la producción agrícola –considerando la soja, maíz, trigo, sorgo y girasol– aumentó de 34,2 a 104,8 millones de toneladas (+206%).
El sector agroindustrial argentino en las últimas tres décadas se transformó así no sólo en la principal fuente de divisas de la economía argentina, sino también en el motor del crecimiento demográfico regional necesario para satisfacer las diferentes demandas requeridas por el agro, aunque, por diversos motivos, en la última década se produjo un distanciamiento cultural entre muchos de los habitantes de las ciudades de base agropecuaria respecto de dicha actividad.
La ausencia de una estrategia de planificación territorial, junto con factores políticos locales, en algunas oportunidades potenciaron los conflictos para generar malestar entre vecinos y la salida de producción de grandes extensiones periurbanas de tierra de uso agropecuario. Pero en otras ocasiones fue posible llegar a consensos en los cuales los intereses de todas las partes fueron considerados para llegar a un acuerdo superador.