“Si bien es cierto que hay un atraso en volumen de soja vendida, el maíz está adelantado. Y como ambos tuvieron precios más altos, el campo liquidó más que nunca: 19.100 millones de dólares hasta fin de junio”, afirmó el profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano.
Según el analista del negocio agropecuario, todavía “quedan en condiciones de exportar unas 15 millones de toneladas de maíz y 30 millones de soja, que si bien generarían 21.400 millones de dólares, se irán vendiendo en la medida que sus dueños necesiten pagar, priorizando el maíz que está intervenido”.
Romano pintó un panorama apocalíptico: “Como si esto fuera poco, falta gasoil, lo que demora el envío a puerto de la mercadería. Además, la alta brecha cambiaria, hace que de vender y decidir comprar dólares para tener un ahorro en la misma moneda en la que cotizan los insumos que deberán comprarse el año próximo, lleva a que se sea cuidadoso con las ventas”.
“Si fuera solo por precios, recomendaríamos vender los remanentes de la cosecha vieja, y avanzar agresivamente con ventas de la nueva, acompañando con compra de call los mismos. Decimos ´agresivamente´ porque hay grandes dudas sobre la producción de trigo que se está terminando de sembrar, y faltan meses para la de maíz y soja”, indicó el especialista de la Universidad Austral.
Respecto del trigo, Romano advirtió sobre “otra baja en intención de siembra”, que va recortando el área final sembrada con el cereal. “Ya estamos 500.000 hectáreas por debajo del objetivo y podría llevarnos a desabastecimiento el año próximo”, exageró notablemente el experto.
En rigor, se estima que se sembrarán 6,2 millones de hectáreas con el cultivo, lo que con un rendimiento promedio ofrecería una cosecha de al menos 18 millones de toneladas, cuando en la Argentina se consumen solo 6 millones.
Un mes atrás te avisamos que se le venía la noche al trigo argentino 2022/23 y se le vino la noche