Hay un debate intenso sobre si el cambio climático realmente existe y es provocado por el calentamiento global, o si se trata simplemente de ciclos naturales que se repiten cada determinada cantidad de años, o siglos.
Lo cierto es que se repiten las noticias sobre granizadas, heladas, lluvias torrenciales, tormentas de viento, olas de calor y, sobre todo, una grave y persistente sequía. ¿Cómo saber si son señales aisladas o parte de un proceso?
Un dato surge de la siniestralidad de la actividad agrícola. Utilizaremos noticias de España porque aquí, en la Argentina, la cobertura del sistema de seguros agrícolas es ínfimo y se limita a unos pocas contingencias, en especial el granizo. La agencia EfeAgro, sobre el robusto sistema español, indica que la siniestralidad ha crecido ” a cotas nunca antes vistas y a una previsión récord de indemnizaciones que superarán los 1.200 millones de euros” este año.
El sistema español de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) maneja ya esa cifra sin contabilizar todavía los sucesos de este mes de diciembre. Por lo pronto, esos 1.200 millones de euros suponen ya un 48,7% más que el total gastado en 2022, cuando se habían superado todos los registros con 807 millones de euros en indemnizaciones.
La superficie agrícola siniestrada hasta el pasado 30 de noviembre superaba los 3,4 millones de hectáreas, del total de casi 17 millones de hectáreas cultivadas en el campo español. Sucede que 2023 ha sido uno de los años más caluroso al menos desde 1961. Y también el más seco: ha caído sobre la península un 12% de lluvia menos de lo normal.
Por el daño provocado por la sequía se pagarán este año en España 470 millones de euros adicionales en indemnizaciones, sobre todo en cultivos herbáceos (416 millones) pero también en uva para vinificar (29,9), olivos (12) y hortalizas (9,1), según los datos de Agroseguro.
“El cambio climático deriva en una alteración de las condiciones, donde se pueden dar circunstancias de tener sequía a la vez que inundaciones, incrementos de temperaturas y heladas potentes”, explicó a EfeAgro el técnico de seguros de la organización agraria UPA, Javier Alejandre.
El granizo ha sido el segundo evento que más daño causó en 2023, con una estimación de indemnizaciones de casi 270 millones por siniestros en frutales, cítricos, herbáceos, uva de vino, hortalizas, caqui, olivar y uva de mesa.
“Siempre ha existido el pedrisco, pero la novedad es que cada vez es más intenso y más destructivo, por la intensidad de la piedra, por el tamaño y por la duración en el tiempo”, comenta Alejandre.
Las heladas supondrán más de 100 millones de euros en indemnizaciones por daños en frutales, cítricos, uva de vino, frutos secos y hortalizas; mientras que el exceso de lluvias obligará al sistema a desembolsar al menos 83 millones por siniestros en los cultivos de ajo, hortalizas, cerezas, uva de mesa, frutas y cultivos industriales. Los vientos, finalmente, han causado daños en los cítricos, el caqui y el olivar hasta superar los 30 millones en indemnizaciones.
El resto de indemnizaciones hasta completar el total estimado hasta ahora de unos 1.200 millones se corresponden a los riesgos pecuarios que afectan a la actividad ganadera, así como a los que se derivan de daños por fauna e incendios.
“El cambio climático no existe”.
¡Qué manga de roñosos!