El grupo Teleras de Atamisqui, de Santiago del Estero, elabora túnicas, chalinas y una línea de bolsas con hilados de algodón agroecológico de la provincia. Acaban de incorporar esas confecciones a la marca del INTA que se dedica a la difusión y el comercio de fibras elaboradas por manos campesinas, Somos Fibra.
“Somos Fibra incorporó a su catálogo productos de algodón agroecológico santiagueño”, informó el organismo en una gacetilla de prensa.
“Vemos una tendencia creciente de consumidores más conscientes respecto del impacto social y ambiental de los productos que adquieren”, explicó Marcela Duhalde, responsable del área INTA Diseño y directora creativa del proyecto Somos Fibra. “El mundo está repensando sus prácticas en general y las referidas al consumo en particular”, aseguró Duhalde.
A partir de esta demanda, se decidió incorporar al catálogo de Somos Fibra nuevos productos de algodón agroecológico santiagueño. Entre ellos, se destacan las túnicas abiertas, chalinas de verano y una línea de bolsas de diversos tamaños. Para su diseño se emplearon grandes planos monocromáticos que, en algunos casos, están teñidos con tintes de la región y, en otros, se mantiene el color natural de la fibra.
La incorporación de esta nueva colección se da en el marco de un trabajo que la comunidad de Atamisqui, junto con el equipo técnico local del INTA, encaró con el objetivo de recuperar la producción de fibras textiles autóctonas como es el algodón de Santiago del Estero.
Valeria Paz, extensionista del INTA Santiago del Estero, detalló que “desde 2015, acompañamos la experiencia de Trama Viva con capacitaciones, talleres y charlas a fin de potenciar su desarrollo y, desde 1998, a los grupos teleras Huarmi Sumaj y Huarmi Huapas”. Se trata de una experiencia de la que participan cinco productores en el Departamento Loreto y tres en el Departamento Figueroa.
Paz explicó que “se trata de una actividad sustentable, con potencial, rentable y que no compite con otras actividades”. Al contrario, se integra con la producción de alimentos de la región como el maíz, zapallos, sandía y melón, ya que son lotes biodiversos. “Esto se hace en virtud para combatir o disminuir el daño de plagas”, detalló la técnica de Santiago del Estero. También como medidas de control de plagas y enfermedades se emplean productos orgánicos a base de plantas o minerales, todos productos caseros, en prueba para la zona agroecológica.
La extensionista destacó la fuerte demanda que tienen los productos realizados con algodón agroecológico, en especial, el sector de la moda sustentable de las ciudades de Bariloche y Córdoba, la ropa de bebé y las áreas de salud.
“Las técnicas de tejido en telar y los teñidos con plantas del monte forman parte del saber de las artesanas de la región, que en los últimos tiempos se habían volcado a trabajar la lana de oveja”, señaló Néstor Gómez –extensionista del INTA Santiago del Estero–.
A su vez, Gómez reconoció que “la recuperación del cultivo de algodón como fibra originaria del lugar que la comunidad se realiza con el acompañamiento técnico y organizativo del INTA y abre un horizonte muy prometedor porque estas fibras tienen una gran demanda global”. Para Adiberto Céspedes, técnico del INTA Santiago del Estero–, “lo innovador del proyecto, con respecto a otros de Latinoamérica, es que se plantea la comercialización de productos sólo con agregado de valor realizado por integrantes de la trama”.