El año pasado el representante de una entidad agroindustrial se quejaba ante un gobernador de que ministros del presidente Alberto Fernández no brindaban solución a un problema planteado como urgente.
“Tené en cuenta que estás negociando con las palomas; espero que nunca tengas que hacerlo con los halcones”, fue la respuesta del gobernador.
Acaba de renunciar Martín Guzmán como ministro de Economía, una de las “palomas” del presidente. Ya se fue Matías Kulfas. Y la lista podría ampliarse en los próximos días.
Los “halcones”, alineados con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tienen una visión completamente intervencionista de la economía.
Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana. pic.twitter.com/rJQ5w0argQ
— Martín Guzmán (@Martin_M_Guzman) July 2, 2022
Un integrante del sector agropecuario podría preguntarse qué podría ser más intervencionista que implementar un “cepo cárnico”, un cupo de exportación de cereales y varios fideicomisos que operan como “retenciones encubiertas”.
Pues, para los “halcones”, en la actual coyuntura esas políticas son “parches”, porque entienden que se requiere un absoluto control de la fuente de generación de divisas de la economía argentina.
Esa motivación fue la que los llevó a expropiar YPF una década atrás, sin advertir que, en lugar de una “máquina generadora de divisas”, se estaban comprando un problema que lamentablemente padecemos hoy todos los argentinos con el desabastecimiento de un insumo crítico como el gasoil.
Los recurrentes intentos por tomar el control de la concursada Vicentin SAIC van en ese sentido, pues, en la creativa imaginación de los “halcones”, el Estado podría imprimir pesos a dos manos para comprar granos que luego serán exportados para generar dólares. Gran negocio.
Por supuesto, así como en su momento, al expropiar YPF, no tuvieron en cuenta las enormes capacidades requeridas para gestionar una corporación energética, lo mismo sucede en este caso, pues el negocio agroindustrial no es para cualquiera porque implica manejar grandes volúmenes de capital y productos para intentar generar utilidades en un mercado caracterizado por volatilidades (cada vez más) violentas de precios.
Los “halcones” creen además que el esquema tributario actual está subutilizado, porque existe margen para exprimir aún más al sector agropecuario.
En el fondo, Fernández y Fernández son lo mismo. Pero Alberto y sus “palomas” siempre se preocuparon por mantener las formas. Plantearon un proyecto de ley para intentar gravar la “renta inesperada”. Quieren presentar una propuesta para un eventual “cram down” en el proceso concursal de Vicentin. Pero todo eso es una pérdida de tiempo exasperante para los “halcones”, que creen que es momento de actuar sin pedir permiso a nadie.