En las últimas jornadas los precios de los contratos de aceite de soja en el mercado estadounidense CME Group (“Chicago”) experimentaron un alza significativa en línea con una propuesta legislativa que, en caso de aprobarse, representa un factor alcista enorme para el producto.
Un grupo de legisladores de ambos partidos –demócratas y republicanos– presentaron esta semana un proyecto para extender por diez años más el crédito fiscal concedido (en el marco de la norma denominada 45Z) a los biocombustibles.
El crédito fiscal, que varía de 1,25 a 1,75 dólares por galón, dependiendo de la “intensidad de carbono” de la materia prima utilizada, actualmente permite emplear biocombustibles elaborados con materias primas extranjeras.
Pero el proyecto presentado por los senadores Roger Marshall (republicano de Kansas) y Sherrod Brown (demócrata de Ohio) y los diputados Tracey Mann (republicano de Kansas) y Marcy Kaptur (demócrata de Ohio) establece específicamente que los créditos sólo podrán emplearse con materias primas de origen local.
La cuestión es que, en lo que respecta al biodiésel convencional e hidrotratado (HVO), gran parte del mismo viene siendo elaborado en EE.UU. con aceite de cocina usado importado (que proviene mayormente de China) y sebo bovino traído de Australia, Canadá, Brasil, Uruguay y Argentina.
“Redactamos y enviamos al Congreso un proyecto de crédito fiscal para crear nuevas oportunidades para los productores estadounidenses en el sector de los biocombustibles”, indicó el senador Sherrod Brown en redes sociales.
“No podemos permitir que nuestros impuestos se destinen a la importación de aceite de cocina usado de China. Hoy presentamos un proyecto de ley para detenerlo: los impuestos estadounidenses deberían apoyar a los productores de EE.UU”, añadió.
Hace tiempo que los representantes del sector del biodiésel en EE.UU. vienen solicitando al gobierno nacional que ponga un freno a las agresivas exportaciones chinas de aceite usado.
“Este importante proyecto de ley envía una señal clara de que la extensión de la norma 45Z será una prioridad bipartidista en este Congreso y en el próximo”, dijo la directora ejecutiva de Growth Energy, Emily Skor, entidad que agrupa a las principales compañías elaboradoras de biocombustibles de EE.UU.
Un estudio de Growth Energy indica que, si se elimina de la norma 45Z la posibilidad de incluir a los biocombustibles con materias primas importadas, el sector agroindustrial de EE.UU. recibiría un ingreso adicional anual del orden de 21.200 millones de dólares.
Las importaciones estadounidenses de aceite de cocina usado (UCO por sus siglas in inglés) chino vienen aumentando mucho en los últimos tiempos con el agravante de que se sospecha de que buena parte del mismo corresponde en realidad a aceite de palma importado desde el sudeste asiático y triangulado por China hacia otros destinos.
Precisamente por ese motivo en julio pasado la Comisión Europea, luego de una investigación solicitada por el Comité Europeo del Biodiésel (EBB), fijó aranceles provisionales de entre 12,8% y el 36,4% a las importaciones de biodiésel chino por presunto antidumping.