Los conspiranoides militantes libertarios dirán que tiene que ver con la sumisión del Estado Nacional, y de su Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a la Agenda 2030 de la Unión Europea, que promueve la introducción de los insectos en la dieta del tercer mundo. Lo cierto es que en ese organismo se confirmó una fuerte inversión con financiamiento internacional para modernizar sus laboratorios y centros de diagnóstico.
No sea que nos hagan pasar grillos por liebres.
Este lunes hubo reunión entre quienes pondrán la plata, unos 17 millones de dólares, y los que deberían administrarla correctamente para cumplir con los objetivos: adquirir equipamiento y nueva infraestructura en el laboratorio central que Senasa posee en Martínez, en el marco del Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Sanidad Agropecuaria que cuenta con financiamiento del BID.
Estuvieron analizando esa agenda el jefe de Gabinete de la Secretaría de Agricultura, Juan Manuel Fernández Arocena; la presidenta del Senasa, Diana Guillén; el director de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (Diprose), Raúl Castellini; y el especialista de Desarrollo Rural del BID, Bruno Jaquet, quienes recorrieron las instalaciones del Laboratorio Nacional de Referencia del Senasa.
Los 17 millones de dólares se destinarán a la compra de nuevo equipamiento para el diagnóstico de enfermedades animales (como la reciente Influenza Aviar Altamente contagiosa), y el acondicionamiento de un nuevo edificio para el laboratorio vegetal.
Fernández Arocena resaltó que con el apoyo del BID, que pagaremos con los años todos los argentinos, se apunta a mantener esta dependencia ubicada en Martínez “a la vanguardia tecnológica, ya que desde este laboratorio se hacen los análisis más relevantes en materia de seguridad y calidad para el comercio nacional e internacional de alimentos”.
“Este proyecto de inversión financiado por el BID es extremadamente importante, porque el laboratorio es quien nos da toda la base científica para la certificación de importaciones y exportaciones y el control del comercio nacional sobre el que el Senasa tiene competencias”, completó Guillen, quien todavía no explicó cómo puede ser que de ese mismo establecimiento hayan salido dos diagnósticos equivocados sobre la presencia de Influenza Aviar en establecimientos de Corrientes y Santa Fe.
En el marco del Contrato de Préstamo BID N° 5660/OC-AR (PROSAMA), aprobado mediante el Decreto 140 del 13 de marzo de 2023, se destinarán estos 17 millones de dólares para “fortalecer la capacidad diagnóstica con el objetivo de promover la actualización tecnológica y los sistemas de gestión de la calidad. La acreditación brinda confianza sobre los resultados emitidos y es una herramienta esencial para lograr el reconocimiento de nuestra competencia por parte de otros organismos sanitarios”, explicó un comunicado.
Para mejorar las capacidades diagnósticas del Senasa, se financiarán:
- El fortalecimiento de cinco laboratorios regionales mediante la construcción de nuevos edificios, ampliaciones y remodelaciones, además de la incorporación del equipamiento necesario.
- El fortalecimiento del Laboratorio Central del Senasa para facilitar la incorporación de nuevos tipos de ensayos y metodologías diagnósticas, mediante la dotación de equipos de alta complejidad, la readecuación del Laboratorio Vegetal a un edificio más moderno que cumpla con los requisitos necesarios de seguridad, y la actualización del sistema de gestión inteligente de infraestructura mediante un único sistema (Building Management System) que asegure mejores estándares en materia de bioseguridad.