Para el especialista en agroclimatología Eduardo Sierra decir que estamos en una fase ENSO Niña es un error y también lo es plantear escenarios catastróficos.
“La temporada 2022/23 debe verse como un proceso de transición entre las condiciones severas causadas por La Niña y los vientos polares en las temporadas 2020/21 y 2021/22, y las condiciones más benignas, tal vez tipo El Niño, que pueden esperarse en la temporada 2023/24, causando efectos climáticos diferenciales, según la región que se considere”, aseguró Sierra en un informe publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Desde el inicio del año climático 2022/23, en el pasado mes de julio, la mayoría de los medios vienen insistiendo en que el evento doble de La Niña, que se extendió sin interrupción durante las temporadas 2020/21 y 2021/22, se prolongará durante la temporada 2022/23, produciendo un impacto catastrófico sobre la producción agrícola de la mayor parte del Cono Sur”, afirmó Sierra.
“Contrariamente, los informes difundidos por las instituciones más prestigiosas, permite inferir que, aún las más pesimistas, como es el caso de la NOAA estadounidense, no prevén un tercer episodio de La Niña, sino una transición hacia una fase de tipo Neutral Cálido, al mismo tiempo que pronostican una gradual reducción de la actividad de los vientos polares”, aseguró Sierra.
Lo cierto es que los principales centros climáticos del mundo, incluyendo la Agencia Meteorológica de EE.UU. (NOAA), ya consideran una instalada una tercera fase Niña consecutiva, algo que, en términos empíricos, ya están padeciendo la mayor parte de los empresarios agropecuarios argentinos.
Para el mes de noviembre Sierra prevé que “la amplia extensión seca, que se mantuvo durante el invierno en el interior de La Argentina, se reducirá lentamente, manteniendo gran parte de su extensión”.
Y para diciembre “las irrupciones de aire polar disminuirán su vigor, produciendo heladas agronómicas y generales tardías en el sur del área agrícola, pero llegando al centro y el norte con energía decreciente”.
¿Y para enero? “El anticiclón del Brasil incrementará su capacidad hasta un nivel cercano a lo normal, aportando lluvias a la región oriental del Paraguay, el sur del Brasil, el este de la Región del Chaco Argentino, la Mesopotamia, la mayor parte del centro y el este de la región Pampeana y el Uruguay, llevando las reservas de humedad de los suelos en un nivel adecuado”, aseguró Sierra.
O sea, ¡buenas noticias! No tanto, porque Sierra aclaró que “no obstante debe tenerse en cuenta que es normal que el inicio de la estación observe una pausa en las lluvias, que suele extenderse durante las semanas centrales de enero, dando tiempo seco y caluroso, hasta que las precipitaciones se reactiven hacia el final del mes o comienzos de febrero”.
Pero no pierdan las esperanzas, porque Sierra dijo que “puede señalarse que la tendencia positiva, observada recientemente por los principales indicadores climáticos, hace suponer que el proceso de normalización podría cumplirse antes de lo expuesto en este informe. No obstante, a lo largo del proceso de transición en marcha, el sistema climático continuará mostrando perturbaciones de entidad, haciendo necesario un manejo riguroso y el uso de la tecnología disponible”.
Informe_mensual OCTUBRE 2022