Eduardo González Ruiz es el gerente de la Cámara de Frigoríficos Ovinos de la Patagonia (CAFROPAT) y celebra la apertura exportadora que se está dando y que podría crecer más por el impacto de la peste porcina africana en el stock de cerdos de China. Se especula que el gigante asiático demandará carnes de todo tipo y el cordero no quedaría al margen.
“Todavía no conocemos la consecuencia de esta enfermedad, pero sin duda que será un estímulo muy importante para producir más corderos”, enunció el directivo.
En la Patagonia existen varios frigoríficos ovinos, pero los habilitados para exportar son seis. Cuando meses atrás se firmó el protocolo para enviar carne vacuna a China, también hubo uno específico para la carne ovina. Resta la habilitación de las plantas pero ya Senasa se encuentra trabajando en eso. De todas formas se está exportando algo ya vía Hong Kong.
Aquí la palabra de Eduardo González Ruiz en Bichos de Campo:
Una gran deuda pendiente del sector ovino argentino es formalizar las existencias y el consumo de dicha carne. “Hoy todo lo que sean majadas menores a 100 cabezas se consideran de consumo y eso se faena en un galpón o abajo de un árbol. De acuerdo a la Secretaría de Agroindustria los argentinos comemos 1,2 kilos de carne ovina al año, pero en realidad hoy es más porque no se contabiliza el mercado informal”, destacó el gerente de la cámara de frigoríficos patagónicos.
En cuanto al stock actual, Gonzalez Ruiz cuenta que existen 14 millones de cabezas pero que debería triplicarse tal número para empezar a pensar en serio en abastecer los mercados internacionales. Los más interesantes son los 46 países de Asia y el Pacífico que incluye 5 mil millones de habitantes, con China e India a la cabeza. Hoy Australia y Nueva Zelanda atienden ese mercado pero habrá para todos los que quieran y puedan entrar.
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